Cómo empezar a poner orden en tu vida económica cuando tienes TDAH: una guía sencilla para no perder el hilo
La vida económica es uno de los terrenos más complicados para una persona con TDAH. No porque falte inteligencia o capacidad, sino porque la manera en que se procesan los estímulos, las recompensas inmediatas y la atención sostenida suele chocar de frente con un sistema financiero que exige paciencia, continuidad y previsión. Ahorrar, planificar o resistirse a un impulso de compra no son actos aislados: son batallas invisibles contra la gratificación instantánea.
Pero que sea difícil no significa que sea imposible. Lo importante es no intentar parecerse de golpe a un gurú de las finanzas, sino empezar con pasos tan simples que casi parezca ridículo no hacerlos. La clave es pillar el hilo, ese hilo conductor que convierte un caos de recibos, antojos y pagos en un camino previsible y manejable.