sábado, septiembre 13, 2025

Constelaciones en movimiento: hacia una historia neurodiversa de la ciencia

La historiografía científica tradicional se ha contado bajo el signo de la línea recta: progreso acumulativo, etapas sucesivas, un camino de la oscuridad a la luz. Desde Comte hasta Kuhn, con matices, el trasfondo sigue siendo el mismo: una narración de avances escalonados donde cada paradigma sustituye al anterior.

Un filósofo de la ciencia con TDA-H propone un modelo alternativo. En lugar de una cronología lineal, su historia de la ciencia se asemeja a un mapa de constelaciones en movimiento. El conocimiento no se despliega como una secuencia inevitable, sino como una edición móvil: cada presente selecciona y reordena el pasado para abrir futuros posibles.


Una historia editada en presente

Este enfoque parte de una constatación sencilla: lo que se recuerda como “preciencia” o “ciencia legítima” depende del ahora. La alquimia puede figurar como superstición muerta, como protoquímica o como inspiración contemporánea para nuevas metáforas. La astrología puede ser burla, origen de la astronomía o fuente de intuiciones culturales aún vivas.

La historia de la ciencia, en este modelo, no es un relato progresivo, sino una narrativa plástica que el presente reescribe sin cesar.


El sujeto neurodiverso como historiador

La mente TDA-H, habituada a pensar en saltos y asociaciones rápidas, ofrece una metáfora metodológica para este proyecto.

  • Donde el historiador clásico busca continuidad, el pensador neurodiverso reconoce ráfagas, discontinuidades y conexiones sorprendentes.

  • Donde se privilegia la linealidad, él detecta patrones rítmicos y constelaciones de ideas que se encienden y apagan en distintos momentos históricos.

  • Donde se habla de acumulación, él percibe edición: cortes, montajes, narrativas múltiples.

El sujeto neurodiverso no organiza la historia como una escalera, sino como un cuerpo en movimiento que, al desplazarse, hace aparecer un mundo distinto.


Principios de una historiografía neurodiversa

  1. La ciencia es rítmica, no lineal: avanza en destellos y pausas, no en continuidad homogénea.

  2. El pasado es plástico: cada presente lo reescribe según sus necesidades.

  3. Lo marginal regresa: ideas relegadas como “errores” pueden reemerger en nuevos contextos.

  4. El sujeto importa: no existe historia objetiva sin cuerpos, emociones y ritmos que la narren.

  5. La diversidad es riqueza epistémica: múltiples modos de pensar producen múltiples historias de la ciencia.


Una nueva tradición académica

Si la tradición positivista ofreció una historia de acumulación y la tradición kuhniana una historia de revoluciones paradigmáticas, la perspectiva neurodiversa inaugura una tercera vía: una historia de la ciencia como montaje narrativo en movimiento.

Esta tradición no busca solo describir el pasado, sino poner en evidencia la corporalidad y la atención múltiple como categorías epistemológicas. Una historia de la ciencia contada desde la neurodiversidad muestra que la manera en que narramos el conocimiento revela tanto sobre la ciencia como la ciencia misma.



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