lunes, abril 07, 2025

La sonrisa de Duchenne y el Coaching para el TDAH: una herramienta simple, un impacto profundo

Mira con atención esta imagen. ¿La sonrisa que ves te parece fingida o auténtica? Tal vez, si te detienes un segundo más, sientas que algo se activa en ti. Ese impulso suave, casi automático, de devolver la sonrisa. Eso tiene nombre: neuronas espejo. Y esa sonrisa, también tiene nombre. Es la sonrisa de Duchenne, llamada así en honor al neurólogo francés Guillaume Duchenne de Boulogne (1806–1875), quien la estudió como manifestación genuina de la emoción.

Esta sonrisa es especial. No solo mueve los músculos de la boca como cualquier otra —el cigomático mayor y menor, que elevan la comisura de los labios— sino que también activa el músculo orbicular de los ojos, produciendo esas pequeñas arrugas llamadas “patas de gallo”. Es una sonrisa que viene desde dentro, desde los ganglios basales y el sistema límbico, no desde un mandato consciente como en la sonrisa social o de cortesía. Y aunque se puede imitar con entrenamiento, la Duchenne se reconoce por su autenticidad. Es universal, contagiosa y profundamente transformadora.

En el acompañamiento de personas con TDAH, esta pequeña acción puede tener un efecto poderoso. ¿Cómo? A través de la hipótesis de retroalimentación facial, que sugiere que nuestras expresiones no solo reflejan lo que sentimos, sino que también pueden modificar lo que sentimos. La ciencia lo respalda: sonreír de verdad activa un circuito completo de bienestar cerebral.

Aquí tienes 10 beneficios neuropsicológicos de la sonrisa Duchenne, especialmente valiosos en el contexto del coaching para el TDAH:

  1. Libera dopamina y serotonina: Mejora el ánimo, reduce la ansiedad y genera bienestar.

  2. Disminuye el cortisol: Menos estrés, más equilibrio.

  3. Activa la corteza prefrontal: Clave para planificar, decidir, regularse emocionalmente.

  4. Estimula el sistema de recompensa: Motivación y placer de forma natural.

  5. Fortalece la resiliencia emocional: Ayuda a enfrentar lo complejo sin colapsar.

  6. Genera efecto espejo: Mejora la conexión con otros y favorece la empatía.

  7. Reduce la percepción del dolor: Funciona como un analgésico natural.

  8. Facilita el aprendizaje y la memoria: Mejora el acceso al hipocampo en estados de bienestar.

  9. Regula la amígdala: Disminuye el miedo y la reactividad emocional.

  10. Aumenta la longevidad: Vivir mejor y por más tiempo.

Para quienes viven con TDAH, muchas veces los días pueden sentirse como carreras de obstáculos invisibles. Y en esos días, sonreír puede parecer una tarea ajena. Pero como decía Thich Nhat Hanh:

“A veces tu alegría es la fuente de tu sonrisa, pero a veces tu sonrisa puede ser la fuente de tu alegría”.

Practicar la sonrisa Duchenne puede convertirse en un anclaje corporal que interrumpe patrones de pensamiento acelerado, estados emocionales reactivos o momentos de frustración. No como un gesto vacío, sino como una herramienta somática de autorregulación.

¿Qué estrategias pueden ayudarte a cultivar este gesto sencillo y poderoso?
Aquí algunas sugerencias desde el coaching para TDAH:

  • Pon un espejo pequeño en tu espacio de trabajo o estudio. Obsérvate cuando sonríes espontáneamente y guárdalo como referencia.

  • Usa recordatorios visuales o auditivos con frases, imágenes o sonidos que te hagan sonreír de forma auténtica.

  • Practica frente al espejo en momentos tranquilos, sin exigencia, solo explorando tu rostro con curiosidad.

  • Observa y copia sonrisas genuinas en otros: el cerebro aprende por imitación.

  • Al terminar una respiración consciente, incluye una sonrisa leve. “Inspira y agradece, espira y sonríe”.

En el trabajo de coaching con TDAH, no se trata solo de técnicas cognitivas o rutinas conductuales. También se trata de reencantar la relación con uno mismo. Y en esa alquimia cotidiana, una sonrisa auténtica puede ser una llave.

atencion.org
5 de abril de 2025


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