Coaching TDA-H y el pensamiento en escalas
1. La mente en gradientes: una perspectiva del TDA-H
Las personas con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDA-H) suelen ser percibidas como impulsivas, desorganizadas o con dificultades para mantener la atención en tareas prolongadas. Sin embargo, una característica menos explorada pero clave en su forma de pensar es su tendencia a funcionar en términos de extremos y contrastes marcados. En lugar de percibir la realidad en un continuo, suelen procesar la información de manera dicotómica: éxito o fracaso, interés total o aburrimiento absoluto, caos o hiperfocalización.
Este modo de pensamiento, a menudo rígido, puede llevar a dificultades en la toma de decisiones, la gestión emocional y la planificación. El coaching para personas con TDA-H debe considerar esta forma de procesamiento y ayudar a introducir una visión más matizada, donde las posibilidades no sean binarias, sino escalonadas.
2. Del blanco y negro a las escalas de grises
Uno de los enfoques más efectivos en el coaching para TDA-H es el uso del pensamiento en escalas, una estrategia que permite transformar juicios absolutos en evaluaciones más graduales. Esto implica aprender a reconocer niveles intermedios de logro, compromiso o esfuerzo, evitando caer en la frustración extrema cuando algo no sale a la perfección.
Por ejemplo, en lugar de pensar "soy un desastre porque olvidé una cita importante", se trabaja en reformular la idea en términos de escalas: "Si 10 es una organización impecable y 0 es un caos absoluto, ¿en qué punto estoy realmente? ¿Cómo podría avanzar un nivel más en vez de aspirar directamente al 10?" Este tipo de preguntas ayuda a reducir la autocrítica y permite enfocarse en el progreso, no en la perfección.
Además, aplicar este enfoque en la gestión del tiempo y las prioridades permite romper la parálisis del "todo o nada". En lugar de postergar una tarea porque parece demasiado difícil o aburrida, se puede establecer un primer paso accesible dentro de una escala de esfuerzo progresivo.
3. Construcción de estrategias adaptativas
El pensamiento en escalas no solo ayuda a flexibilizar la mente, sino que también facilita la creación de estrategias más adaptativas en el día a día. En el coaching TDA-H, esto puede aplicarse a múltiples áreas:
- Regulación emocional: Aprender a reconocer matices en las emociones y no dejarse llevar por impulsos extremos.
- Gestión del tiempo: Dividir el trabajo en niveles de dificultad y no caer en la procrastinación por miedo al fracaso.
- Motivación y recompensa: En lugar de esperar un resultado perfecto para sentirse bien, reconocer logros parciales como avances significativos.
Introducir el pensamiento en escalas en la vida de alguien con TDA-H es un proceso gradual que requiere práctica, pero con el acompañamiento adecuado, se convierte en una herramienta poderosa para mejorar la autonomía y el bienestar.