La mayoría de las personas están neurológicamente equipadas para determinar qué es importante y estar motivadas para hacerlo, incluso cuando no les interesa. Luego estamos el resto de nosotros, que tenemos un trastorno por déficit de atención y una química cerebral totalmente diferente.
William Dodson, MD
La química cerebral del TDAH es una creación única y especial que regula la atención y las emociones de manera diferente al sistema nervioso de quienes no padecen la afección.
Aprenda por qué no puede ser como los neurotípicos y por qué no debería intentar serlo.
TDAH y el sistema nervioso basado en intereses
El déficit de atención es un nombre inapropiado.
El TDAH no agota la atención. Desvía la atención de manera desigual y activa la atención sólo en determinadas circunstancias.
Esto se debe a que el sistema nervioso del TDAH se basa en intereses , en lugar de importancia o prioridad .
Las personas con TDAH suelen decir:
"Cuando estoy en la zona, puedo lograr cualquier cosa".
“Lo atravesaré una vez que encuentre el ritmo”
Lo que describen es hiperconcentración del TDAH: concentración intensa en una tarea particular, generalmente de gran interés personal.
El hiperenfoque no es como un grifo que abres a voluntad.
Este estado de atención total se activa sólo por una sensación fugaz de:
Interés
Competencia
Novedad
Urgencia
Cuando se cumplen estas condiciones, las personas con TDAH pueden concentrarse, a veces.
Los padres y seres queridos pueden interpretar la concentración irregular e inconsistente como un signo de desafío o egoísmo.
No lo es.
"Las personas con TDAH necesitan aprender a aprovechar el significado, la importancia o el valor de la tarea en cuestión... La clave para devolverle el significado a la motivación es dejar de lado la forma en que funciona para todos los demás". – Laurie Dupar, PMHNP, enfermera registrada, PCC