sábado, marzo 11, 2023

Los psicodélicos y la ketamina como posibles terapias para la ansiedad y la depresión

En este artículo se discute cómo la investigación en torno a los psicodélicos está demostrando que la ansiedad y la depresión no se pueden reducir a una simple ecuación de sustancias químicas en el cerebro. En lugar de ello, los compuestos alucinógenos pueden ayudar a las neuronas del cerebro a "hablar entre sí" a través de neurotransmisores o mensajeros químicos, lo que ha llevado al surgimiento de la "teoría de redes". 


La conversación también incluye una discusión sobre los signos y síntomas de estas condiciones, así como la experiencia de una persona que vive con ansiedad y depresión.

 

El estado de ánimo bajo, la falta de motivación y la sensación de inutilidad son síntomas comunes de la depresión. La ansiedad, por otro lado, puede provocar un aumento en la sensibilidad y el tamaño de la amígdala, mientras que encoge el hipocampo, lo que puede tener efectos negativos en el aprendizaje y la memoria. 


Estos cambios físicos también pueden afectar la capacidad de una persona para pensar de forma analítica o lógica. La depresión y la ansiedad tienen una fisiopatología compleja y se cree que están relacionadas con desequilibrios bioquímicos y disfunciones en los circuitos neuronales. 


En la ansiedad, la "red del miedo", que incluye la amígdala, el hipocampo, el estriado y el tálamo, se hiperactiva y magnifica las entradas sensoriales, lo que puede causar un miedo excesivo incluso en situaciones que no son amenazantes. 


En el trastorno de pánico, la sobreestimulación del miedo y la sobreevaluación del miedo ocurre en la corteza frontal orbital, lo que puede hacer que una persona sienta miedo al tomar decisiones que parecen una amenaza, incluso cuando no lo son.

 

En el tratamiento de la ansiedad y la depresión, los antidepresivos son los más utilizados junto con terapia de conversación y ansiolíticos. 


Sin embargo, solo funcionan para alrededor del 40% al 60% de las personas y pueden tener efectos secundarios. Los psicodélicos, como la psilocibina, han demostrado ser efectivos en el tratamiento de la depresión y la ansiedad en estudios, con resultados notables después de solo unas pocas dosis. 


Actúan sobre los circuitos neuronales del cerebro y pueden aumentar las conexiones neuronales. Los psicodélicos también se diferencian de los antidepresivos en su mecanismo de acción y especificidad.

 

Los psicodélicos, como la psilocibina, se están investigando como terapias efectivas para la depresión y la ansiedad resistentes al tratamiento.


 A diferencia de los antidepresivos tradicionales, que solo funcionan para el 40-60% de las personas y pueden tener efectos secundarios, los psicodélicos pueden actuar sobre los circuitos neuronales del cerebro y aumentar las conexiones neuronales. 


La ketamina, aunque no se considera un psicodélico clásico debido a su mecanismo de acción diferente, también se ha demostrado que es efectiva en el tratamiento de la depresión y la ansiedad. A medida que se avanza en la comprensión de la neurociencia detrás de estas afecciones, se están considerando terapias no convencionales, como los psicodélicos, para tratarlas. 


Actualmente, la única forma de acceder a estos tratamientos es a través de ensayos clínicos, donde se aplican rigurosas medidas de seguridad. Aunque se espera que aumente el interés en los psicodélicos y la ketamina como vías de tratamiento para la ansiedad y la depresión, es poco probable que se conviertan en tratamientos convencionales para estas afecciones en el futuro previsible debido a barreras sociales y tecnológicas.


Aquí hay algunas fuentes sobre el uso de psicodélicos para la salud mental:

"Cómo cambiar de opinión" de Michael Pollan

"La guía del explorador psicodélico" de James Fadiman

"DMT: La molécula del espíritu" de Rick Strassman

"Hongos de psilocibina: una guía completa para el cultivo y el uso seguro" de Eric Osborne

"The Healing Journey: Pioneering Approaches to Psychedelic Therapy" editado por Neal M. Goldsmith

Estas fuentes analizan el uso de varios psicodélicos, como la psilocibina, la DMT y el LSD, con fines terapéuticos y sus efectos en la salud mental. También exploran la historia del uso de psicodélicos, los riesgos y beneficios potenciales y la investigación científica que se está realizando sobre el tema.