Ya con el diagnóstico ya se reduce el ruido de la
culpa y autoinculpación.
Introducir ciertas formas de organización de la
propia vida puede ser de mucha ayuda. Hacer sesiones de trabajo más cortas.
Dividir las tareas en partes más pequeñas.
Hacer listas. Conseguir ayuda cuando se necesita.
Tal vez poner límites externos a tus impulsos.
O hacer el ejercicio necesario para eliminar parte
de ese ruido interior.
Encontrar apoyo.
Tener a un entrenador en tu rincón para mantenerte
en el camino correcto.
Ejercicio
La medicación también es de gran ayuda, pero no es,
ni mucho menos, la solución a todo.
La buena noticia es que el tratamiento puede ser de
mucha ayuda.