Trastorno por Deficit de Intención (Russell A. Barkley)
Barkley, Canadá, Oct 2011
El TDAH no es un trastorno de atención. Es una ceguera hacia
el futuro. Es una miopía para los eventos futuros. Eres corto de vista en el
tiempo, lo que significa que el niño y el adulto con TDAH van a esperar hasta
que el futuro sea inminente. He intentarán afrontarlo.Pero “en la medida en que el futuro está AHÍ FUERA no tengo
que afrontarlo”.
“Cuando quede menos me organizaré para ello pero en realidad
no puedo hacer gran cosa y son las 11h, así que no me voy a poner a correr de
acá para allá, intentar ordenar a tortas, y ponerme demasiado severo para
llegar a tiempo”
El TDAH crea una miopía hacia el tiempo, por lo que una
persona con este trastorno no puede organizar el futuro lejano, sino,
solamente, el futuro inminente. Y así, todo en la vida se convierte en una
crisis que fue evitable y nadie tiene
paciencia con esto porque lo ven como una falta moral. Podrías haber elegido
estar preparado pero no lo hiciste. Se etiqueta como una forma de pereza. Esta
actitud perezosa, descuidada, negligente que podrías haber cambiado si hubieras querido. ¿No?
Pero nosotros la conocemos como el fallo ejecutivo que es en
realidad. Este trastorno te impide organizarte en el tiempo. Así que vives el
momento y no puedes organizar un comportamiento jerárquicamente secuenciado en
el tiempo.
Esto significa que el comportamiento directivo futuro es un
comportamiento intencional, lo que significa que el TDA es en realidad TDI,
Trastorno por Deficit de Intención, lo que hace que la gente lleve a cabo las
mayor parte de las cosas que pretendían hacer. Lo podéis llamar “Spam de
Atención Corta” pero creo que Trastorno por Deficit de Intención lo describe
mucho mejor.
Entonces, el lóbulo frontal, el sistema ejecutivo es donde
tomas lo que sabes y lo aplicas en tu día a día. No es donde sabes algo. Es
donde usas lo que sabes. La parte posterior del cerebro adquiere conocimiento.
La
parte anterior del cerebro lo pone en marcha. El TDAH ha separado ambas, así
que en realidad no importa lo que sabes, lo puedes usar de una forma tan
efectiva como cualquier otra persona.
El TDAH es un trastorno de ejecución. No
puedes ejecutar cosas que sabes cómo hacer. No es un trastorno de conocimiento.
La mayoría de gente con TDAH sabe tanto como cualquier otra persona de su
vecindario, de su instituto con la misma
edad. Pero no pueden usarlo. Ni de lejos, con la misma eficacia que otros. Así
que la gente con TDAH sabe qué hacer pero no pueden hacer lo que saben hacer.
Una de las cosas que hemos aprendido en neuropsicología es a
tratar el trastorno ejecutivo, el trastorno de desempeño. La única manera de
tratarlo es cambiar el punto de desempeño. El punto de desempeño es ese lugar
ahí fuera en la vida donde deberías estar usando ese conocimiento, y que por
alguna razón parece que no puedes usarlo.
Así que todo el tratamiento debería
estar en el punto de desempeño y si no, no funcionará. Cualquier tratamiento
realizado fuera de ese lugar no será una solución para ese problema. Sólo
cambiando ese lugar se resolverá el problema. Tenéis que reestructurar el
entorno para ayudarles a mostrar lo que saben. ¿Qué significa esto? Significa
que las habilidades educativas son una pérdida de tiempo porque no se van a
usar.
Las habilidades son conocimiento y estas personas ya conocen la mayoría
de las habilidades de todas formas, pero incluso si les enseñas otras nuevas,
la probabilidad de que las implementen es muy baja.
Puedo dar a cualquier adulto una lista de recomendaciones
sobre gestión del tiempo y puedo garantizar que la mayoría de ellas nunca se
usará. De hecho, el papel se perderá de camino a casa porque se volará debajo
del asiento delantero del coche y entonces te olvidarás de que está ahí, o si
te acuerdas de que está ahí lo pegarás en el frigorífico pero no lo mirarás, y
si lo haces, entonces dirás “Ah, en realidad debería estar haciendo estas
cosas. Son geniales. Es esto por lo que necesito ayuda”.
Y entonces lo llevas a cabo comportándote impulsivamente de
todos modos, y entonces vuelves y dices:
- “¿sabe, Dr. Barkley? Estas ideas son geniales”
- “Estupendo, ¿las hicisite?”
- “Bueeeno, estoy en ello. Es duro”
¿Habéis visto esto en alguien? Este no es un trastorno del
conocimiento. Nunca lo fue. Es un problema para usar lo que sabes. Y ningún
trozo de papel corregirá un trastorno de desempeño.
Traducido por S.
Isidro
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