domingo, octubre 03, 2010

El entrenamiento psicológico (coaching) para jóvenes y adultos con Déficit de atención cono sin Hiperactividad TDAH.




                                                                     Jorge Orrego
                                                                     Pablo Oromendía
El coaching TDAH es una disciplina emergente que busca ayudar a los individuos a alcanzar sus metas en la vida.
Se pretende que la relación de coaching TDAH ayude a las personas a alcanzar mejores resultados en sus vidas: académicamente, profesionalmente, socialmente o en cualquier área de la vida que deseen mejorar.
Por medio de la asistencia y el apoyo individualizados, los coaches ayudan a las personas a concentrarse en el lugar en donde se encuentran al presente, a dónde quieren llegar y cómo pueden llegar allí.
Aristóteles afirmo que el éxito no es un acto, sino un hábito.
El nuevo siglo ha despertado con el resurgir de la misma idea, ahora bautizada con el moderno nombre de coaching.
La premisa fundamental que defienden los expertos en coaching es que el hombre tiene mucho más potencial del que aprovecha.
El coaching se trata de un compendio de métodos de preparación mental para emprender iniciativas y conseguir metas potenciando los puntos fuertes de las personas.

Los obstáculos nos deberían hacer reconocer que ignoramos algo, un procedimiento, un modus operandi, sin embargo uno de los principales impedimentos para lograr nuestros objetivos es que la gente siente vergüenza a pedir ayuda cuando no entiende algo. Muchos adultos pasamos buena parte de la vida fingiendo que sabemos realizar las cosas, que controlamos la situación. Abrirse al aprendizaje comienza con el valor de reconocer nuestra ignorancia en algunos temas.
La primera mención del coaching aplicado a personas con Déficit de Atención/Hiperactividad (TDAH), aparece en el libro Controlando la Hiperactividad, cuyos autores son Edward M. Hailowell and John J. Ratey; allí se dice que el objetivo del entrenador o coach es ayudar al cliente a dejar de lado una serie de hábitos perjudiciales y reemplazarlos por conductas que le faciliten cumplir con sus obligaciones y propósitos.
Es preciso subrayar que el coaching puede entenderse como una forma de intervención psicológica. Así, por ejemplo, la modificación de conducta tiene en alta estima la observación directa por parte del terapeuta en el contexto natural de la conducta y el cambio basado en acciones concretas. 
El movimiento del coaching psicológico en Europa está creciendo cada día más. Las últimas tendencias en este campo apuestan hacia la promoción de programas de coaching basados en la evidencia científica. La diferencia clave entre coaching y la coaching psychology es que ésta última incluye la aplicación de teoría psicológica.

TDAH en adultos y coaching

Como sabemos, el TDAH puede traer serias consecuencias en la vida de una persona si no es diagnosticado y tratado adecuadamente.
Muchos estudios dan cifras alarmantes sobre la incidencia de niños, adolescentes y adultos con este problema, que presentan pobre desempeño escolar, abandono de escuela o universidad, problemas laborales y maritales, abuso de drogas, conductas antisociales etc.
Gran parte de estos problemas se deben a la falta de capacidad que tienen estas personas para organizarse, medir las consecuencias antes de actuar o hablar, y controlar sus emociones, entre otras características propias del Problema por Déficit de Atención con Hiperactividad.
Por lo tanto, el Coaching para el TDAH busca ayudar a la persona a elegir su futuro, aprender nuevas habilidades y potenciar las que ya tiene.
Para lograr esto se establece una sociedad entre la persona con TDAH y el coach, en la cual este último le da constante aliento y apoyo, además de brindarle una serie de estrategias que le permitan desenvolverse de manera asertiva y lograr su objetivo; es decir, se trabaja para que la persona incorpore a su vida una serie de hábitos productivos.
Un punto importante del Coaching para el TDAH es despertar la conciencia de la persona sobre su problema para aprender a manejarlo, y sobre las consecuencias de sus actos.
Las personas con TDAH están cansadas de fracasar y muchas veces necesitan a alguien fuera del entorno familiar ante quien ser responsables de sus acciones.
El coaching TDAH les ofrece esta posibilidad porque ayuda a contrarrestar la tendencia a sabotearse a sí mismas. Otras de sus contribuciones son dar estructura, inspirar responsabilidad (capacidad de elegir la respuesta), fijar metas, organizarse, establecer prioridades y manejar el tiempo de la mejor manera posible.
El coaching del TDA/H busca atender los retos diarios de vivir con el TDAH. Un coach ayuda a las personas con el TDA/H a llevar a cabo las actividades prácticas de la vida diaria de una manera organizada, puntual y orientada a la meta. Por medio de una asociación cercana, un coach del TDAH ayuda al cliente a aprender destrezas prácticas y a iniciar el cambio en su vida diaria.
Un coach o entrenador puede ayudar al adulto con el TDAH a:
• Mantener el foco
• Traducir las metas en acciones
• Establecer retroalimentación y aprender a usar las recompensas eficazmente
A través de las interacciones regulares, los coaches observan cómo los síntomas del TDAH afectan la vida de sus clientes y luego proveen entusiasmo, recomendaciones y técnicas prácticas para atender los retos especificos.

Pueden ofrecer recordatorios, hacer preguntas o sugerir técnicas de manejo del tiempo. Los coaches hacen preguntas para ayudar al cliente a generar estrategias y a actuar sobre ellas.
Ejemplos de tales preguntas son:

¿Qué es lo que quiere?

¿Cómo lo va a lograr?

¿Cuánto va a tardar?

¿Cómo puede activarse a si mismo para tomar acción sobre esta meta?

¿Cuándo puede completarse esta acción?

¿Qué pasos ha dado ya, y cuándo va a dar los pasos que faltan?

Las reuniones regulares  son una parte esencial del proceso de coaching.
Estas sesiones pueden llevarse a cabo en persona, por teléfono o por correo electrónico, dependiendo de la preferencia del cliente. También existen innovadores programas de autoayuda asistidos por ordenador. Sin embargo, antes de que el proceso de coaching comience, el cliente y el coach deben tener una sesión inicial que trabaje asuntos tales como las necesidades del cliente, las expectativas tanto del cliente como del coach y los honorarios.
La primera sesión de coaching es una reunión a fondo, para hacer una evaluación de las necesidades del cliente, determinar las metas a corto y mediano plazo y desarrollar un plan de trabajo para alcanzar esas metas.
Algunas de las razones por las que las personas con TDAH acuden a un coach son la necesidad de:
-organizarse,
-tener un mejor rendimiento académico,
-rediseñar su vida porque hay algo importante que desean cambiar,
-ordenar mejor su tiempo para poder ejecutar lo importante,
-mejorar sus relaciones sociales,
-tener un punto de vista objetivo sobre sus decisiones,
-obtener monitoreo sobre alguna actividad,
-diseñar un plan de acción sobre un punto específico.

Obstáculos para el coaching
Hay varios asuntos que pueden complicar el proceso de coaching:
• El cliente no puede usar estrategias sencillas a pesar de los recursos y recordatorios del coach.
• El cliente tiene una condición psiquiátrica coexistente.
• El cliente tiene circunstancias de vida estresantes.
• El cliente tiene una enfermedad física seria.



Como puede mejorar el coaching TDAH la vida

Teniendo en cuenta que las personas somos seres multifacéticos que jugamos diferentes roles en diferentes contextos,  es importante que al mismo tiempo que nos centramos en las metas concretas que queremos conseguir, tengamos una idea general al menos de cómo esas metas encajan en la compleja estructura que es nuestra vida.

Hay tres ámbitos principales a considerar, el de la organización personal, el relacional, y el laboral.

El primero, la organización personal, es un factor de vital importancia ya que éste determinará la manera en que una persona se desenvuelve en los otros dos aspectos.
Cada individuo posee esquemas de trabajo particulares, estos esquemas de trabajo comprenden la forma en que almacena y procesa la información que recibe, los estímulos ambientales que desencadenan respuestas, así como el repertorio de respuestas con que cuenta.
Considerando que el TDAH trae consigo una serie de retos en cuanto a la forma en la que se procesa la información, es preciso mejorar este especto, y el primer paso para lograrlo es clasificando los aspectos problemáticos y trabajando cada uno de ellos de manera ordenada.
Entre los principales problemas que se aborda a través del coaching del TDAH están la desorganización (cosas por hacer, prioridades, satisfacción de necesidades, etc.), el manejo ineficaz del tiempo, falta de concentración.
Algunas de las herramientas que se pueden utilizar para mejorar la organización personal son: Listas de cosas por hacer, listas jerárquicas (empezando por las cosas más urgentes e importantes) y planificador personal.
Recordemos que una persona con TDAH presenta problemas para organizarse y hacer planes, así que la idea es usar estas herramientas subsanar estas deficiencias.
El segundo aspecto a considerar es el relacional, el cual comprende todo tipo de relaciones sociales, haciendo hincapié en las relaciones de amistad y en las familiares.
Las personas con TDAH suelen tener problemas para relacionarse por su dificultad para mantenerse en un mismo “canal de comunicación” con sus interlocutores, lo cual les hace pasar de un tema a otro sin haber dado un mensaje claro.
Esto puede hacerlos parecer groseros o desconsiderados, generando desconfianza o recelo a la hora de establecer relaciones.
Dentro de la familia también pueden producirse tensiones ya que dada su falta de planificación y los frecuentes olvidos, el sujeto con TDAH suele descuidar obligaciones o compromisos familiares.
El coach en este caso debe hacer una evaluación de las habilidades sociales del cliente a fin de detectar las necesidades de entrenamiento, es decir, el coach debe saber si se trata de una falta de habilidades sociales o por el contrario, que aunque el cliente en teoría sepa cómo debe comportarse su problema sea cómo y cuando emplear estas habilidades.
Por último, está el aspecto laboral, las dificultades que las personas con TDAH tienen en el trabajo son numerosas, impuntualidad, retraso en las fechas de entrega, acumulación de trabajo, bajo rendimiento, son algunos ejemplos de ello, lo cual tiene como consecuencia despidos, abandono de empleos, y en general una gran inestabilidad laboral. Todo esto a su vez genera problemas financieros,  ansiedad y frustración en el sujeto.
En el ámbito laboral hay tres puntos básicos para trabajar.
Mejorar las condiciones de trabajo eliminando cualquier fuente de distracción en la medida de lo posible; mejorar la planeación a través de la agenda y el diseño de hojas de ruta; Aprendiendo a clasificar (tareas, papeles, recursos) y ordenar, a fin de minimizar el tiempo y el esfuerzo que se emplea en recolectar información

Coaching TDAH y ejercicio físico

No necesitamos que se diga que el ejercicio es bueno. Sabemos que combate el colesterol, sabemos que fortalece nuestros corazones y sabemos que detiene la acumulación de grasa corporal.
Pero, más allá de los evidentes beneficios físicos de un buen ciclo de correr o nadar, un creciente cuerpo de evidencia sugiere que mover nuestro cuerpo también puede ayudar a modelar al cerebro. Incluso caminatas regulares a paso acelerado pueden mejorar la memoria, aliviar el estrés, mejorar la inteligencia y disipar la agresión.
No se puede subestimar la importancia que el ejercicio regular es la mejora de la función y el rendimiento del cerebro.
Pruebas en ratones mostraron que el ejercicio activa un gen  que está vinculado a una sustancia química que participa en el desarrollo de nuevas células nerviosas.

Muchas personas con síntomas de TDAH fueron poco reforzadas a la práctica de la actividad física, por poco gratas experiencias en la infancia y adolescencia, en la escuela.

En muchas escuelas la educación física no tiene una prioridad suficientemente alta (puede que se considere como quitar tiempo a las asignaturas académicas «más importantes»).

A veces la prioridad en la enseñanza de juegos, y especialmente en las actividades extraescolares, parece que dé pie a desarrollar el talento de una minoría de alumnos más dotados y entusiastas para así dar lugar a ganadores que aumentarán el prestigio de la escuela.

A menudo existe un énfasis exagerado en los juegos de equipo y los deportes que son difíciles de seguir jugando al llegar a la edad adulta.

La educación física debe ser lo menos excluyente posible.

Se ha de dar oportunidades de todo tipo a personas con habilidades y aptitudes de todo tipo para que puedan participar y disfrutar con su participación y desarrollar sus habilidades y talento sin importar las limitaciones que tengan.

Se debe prestar más atención para desarrollar las habilidades y los intereses de los pasatiempos activos que sean más fáciles de continuar en la vida adulta.

El hecho de desarrollar el talento natural y permitir la participación en los juegos de grupo es un excelente objetivo, con tal de que no se hagan con la exclusión de todo lo demás.

¿Cómo nos sentiríamos si una escuela fuese excelente para desarrollar sus alumnos académicos más brillantes pero dejara al resto casi como analfabetos?

¿Cómo nos sentiríamos si una escuela se centrara casi exclusivamente en desarrollar los conocimientos y aptitudes que en la edad adulta serían bastante inútiles? (Geoffrey Webb)

Si el TDAH está relacionado con las alteraciones a nivel motor como se ha justificado con diferentes artículos científicos, es evidente que estas alteraciones tienen una influencia notable en la Actividad Física Deportiva practicada.
El aislamiento social característico, o el sedentarismo en la etapa adolescente, puede que no sean, en la mayoría de los casos, casualidades.
Los juegos colectivos como el fútbol, están a la orden del día en los recreos de todos los colegios, y por tanto un individuo con pocas destrezas innatas en este aspecto, posiblemente será apartado, rechazado, y excluido del equipo. Sin duda, esto puede repercutir a nivel emocional.
En varios estudios se observa que, los niños y adultos en los que predomina el primer conjunto de síntomas, que engloban las alteraciones atencionales, y los que presentan el subtipo combinado, muestran una habilidad para la motricidad fina menor que los niños del subtipo hiperactivo-impulsivo, y éstos a su vez tenían una habilidad menor que los del grupo control.

Uno de los principios activos de un programa de entrenamiento para jóvenes y adultos con TDAH, según el enfoque que inspira este texto, es el ejercicio; la actividad física.

El TDAH tiene un componente neuro-biológico y el ejercicio, junto con la medicación, es una manera de hacernos cargo.
En muchos casos, enseñar a adultos con TDAH estrategias de organización, de resolución de problemas, o de cambio de creencias sin incidir sobre los elementos biológicos del TDAH es como enseñar a volar a la gente, tirándose de los cordones de sus zapatos. Lo único que crea es más frustración.
Cuando hablamos de la importancia del ejercicio físico nos referimos no sólo a lo relevante que es para la salud en general, para la estética y la autoestima; sino que practicar una actividad física de forma regular aumentan las catecolaminas y neurotransmisores implicados en los síntomas de la falta de atención, impulsividad, y falta de motivación.

Resumen

El coaching TDAH se puede ver como una forma de terapia centrada en objetivos (las hay, y muchas: psicoterapia sistémica centrada en soluciones, psicoterapia cognitivo conductual, etc.).
Hay todo un trabajo de integración teórica y de evaluación de resultados esperando aportar la coaching psychology.
Los problemas principales que tienen los adultos con TDAH son la falta de  organización, la falta de previsión, y la deficiente gestión emocional. 
En caso que la persona con TDAH, sufra un trastorno asociado como   depresión, abuso de sustancias, o un trastorno de ansiedad, se deben  primero tratar estos síntomas por los profesionales competentes (médicos y psicólogos).
El coaching TDAH se centra en tres ámbitos: la organización personal, el relacional, y el laboral.
En el ámbito laboral hay tres puntos básicos para trabajar:
Las fuentes de distracción;
La planeación;
La clasificación (tareas, papeles, recursos).

Después de la medicación, la actividad física es el remedio que más reduce los síntomas del TDAH, y mejora la actitud emocional. Es más lento que una pastilla, pero muchos estudios están mostrando que sus efectos positivos son a largo plazo.



Jorge Orrego Bravo

Psicólogo y terapeuta. Master Psicología Clínica, Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Especializado en déficit de atención. Clínica Sant Gervasi. 

Reconocido experto en TDAH adultos. Pionero en entrenamiento y psicoterapia de adultos con TDAH en España.



Pablo Oromendia Rodriguez
Psicólogo y terapeuta cognitivo conductual, Estudios especializados en Psicología Clínica (UAB)
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“Cuanta más alegría y buen humor gastamos más
tendremos.”
Ralph W. Emerson