lunes, octubre 20, 2025

Media hora que parece una eternidad: sobrevivir al caos interno

Imagina que has entrado a la clase con entusiasmo, con la intención de aprender, pero pronto te das cuenta de que las cosas no fluyen. No entiendes del todo las instrucciones; tu cuerpo parece no responder; y las correcciones que te hacen solo aumentan tu sensación de torpeza. Has chocado con un compañero, recibido indicaciones sobre dónde colocarte y cómo mover los pies, y aunque por fuera sonríes forzosamente a las bromas o las risas de la clase, por dentro sientes un nudo de ansiedad y frustración.

Miras el reloj: quedan 30 minutos y todo lo que deseas es que la clase termine rápido. No te atreves a pedir permiso para salir; no es solo la cortesía, es el miedo a exponerte. Mientras tanto, la música sigue y nuevas instrucciones llegan, pero tu cerebro ya no distingue lo importante de lo accesorio. Te piden recordar pasos antiguos al mismo tiempo que introduces pasos nuevos, y te sientes atrapado entre la memoria cerrada y la imposibilidad de aprender algo fresco. Todo se vuelve confuso: la combinación de ansiedad, presión social y fatiga mental crea una sensación de colapso interno silencioso.

Es aquí donde el baile social muestra su lado más desafiante, pero también su potencial como laboratorio de resiliencia emocional. No se trata de ejecutar perfectamente, sino de sobrevivir al caos interno mientras tu cuerpo sigue en movimiento. Cada error, cada confusión, cada choque con el compañero es información. No es un fracaso definitivo, es una práctica de tolerancia a la frustración.

Estrategias para momentos críticos en la pista

  1. Respira y reduce la intensidad: Si sientes que todo se acumula, toma una respiración profunda y conscientemente ralentiza tus movimientos. No significa que pares, sino que ajustes tu ritmo interno al que tu mente puede procesar.

  2. Prioriza lo esencial: En lugar de intentar recordar todo a la vez, enfócate en un paso clave o un patrón rítmico básico. Lo demás puede esperar.

  3. Divide mentalmente la clase: Piensa en bloques de 5–10 minutos. Sobrevivir un mini-bloque se vuelve más manejable que enfrentar la media hora entera como un todo.

  4. Acepta la incomodidad: Reconocer que la ansiedad, la frustración y la torpeza son parte del aprendizaje reduce la presión que te autoimpones.

  5. Interacción mínima consciente: Si hay risas o comentarios externos, sonríe si quieres, pero no dejes que definan tu experiencia. Tu atención está en tu cuerpo y tu respiración.

  6. Recupera los pasos antiguos gradualmente: Si te piden pasos previos mientras aprendes otros nuevos, elige uno o dos movimientos que ya dominas y ejecútalos con seguridad; esto te da sensación de control.

  7. Visualiza la recompensa post-clase: Concéntrate en la sensación de alivio y logro que tendrás después de la clase, cuando tu cuerpo y tu mente hayan ejercitado no solo coordinación, sino resiliencia emocional.



Clica Aquí. www.atencion.org