Heidegger y las “cajas de Skinner”, explicado fácil: cómo Ser y tiempo ayuda al Análisis Funcional de la Conducta
Versión clara, con ejemplos cotidianos para clínicos, docentes y curiosos.
Idea central (en una frase)
Lo que llamamos “mente” y “mundo” no están separados: somos lo que hacemos en el contexto en que lo hacemos. Eso es lo que dice Heidegger (estar-en-el-mundo) y eso es lo que hace el análisis funcional (mirar conducta-en-contexto con antecedentes y consecuencias).
1) Estar-en-el-mundo = Acción + Contexto
¿Qué dice Heidegger?
No somos un “yo” dentro de una cabecita mirando un mundo afuera. Vivimos ya metidos en situaciones: casa, trabajo, móvil, normas, personas, horarios. A eso le llama ser-en-el-mundo.
¿Cómo lo usa la terapia?
El análisis funcional describe qué pasa alrededor cuando ocurre una conducta (disparadores) y qué pasa después (resultados que la mantienen). No busca “el problema dentro” como esencia misteriosa: ajusta contextos y hábitos.
Ejemplos rápidos
-
Procrastinar con el móvil.
Contexto: tarea difícil + cansancio + notificaciones.
Conducta: abrir redes “un segundo”.
Consecuencia: alivio breve → mañana más estrés.
Intervención: quitar notificaciones (quitas el disparador), trocear la tarea (bajas dificultad), pactar pausa al final (pones una recompensa mejor). -
Comer por ansiedad.
Contexto: discusión en casa.
Conducta: picoteo.
Consecuencia: baja la tensión por unos minutos.
Intervención: otra vía de alivio que compita (respirar, caminar 10’), retirar tentaciones visibles, preparar snack saludable a mano.
Mensaje: no es “tengo poca fuerza de voluntad”; es cómo está montado tu mundo en ese momento.
2) Discurso (lo que nos decimos) = Ecuación conductual
¿Qué dice Heidegger?
El lenguaje no es solo hablar: pone en palabras el sentido de lo que vivimos. Lo que decimos sobre nosotros guía lo que hacemos.
¿Cómo lo usa la terapia?
Las frases que nos repetimos funcionan como reglas. En el esquema A-B-C (Antecedente-Conducta-Consecuencia) el lenguaje puede ser un disparador (“si no sale perfecto, no sirve”), una conducta (rumiar, quejarse) o una consecuencia (te aplauden por “sacrificado”).
Ejemplos
-
“Soy un desastre, así que para qué intento” → dispara evitación.
Reencuadre práctico: “Empiezo 5 minutos. Si no sale, aprendo algo.” (regla nueva, acción pequeña). -
“Si no contesto al instante, quedo mal” → abre WhatsApp cada 2 min.
Diseño nuevo: 3 ventanas al día para mensajes. Pones auto-respuesta amable. (Regla visible que te protege).
Mensaje: no buscamos “la verdad” de la frase, sino si ayuda. Si no ayuda, la cambiamos por otra que te permita actuar mejor.
3) Tiempo = Antecedentes y Consecuentes (historias de refuerzo)
¿Qué dice Heidegger?
Vivimos en tiempo: con pasado (hábitos), presente (lo que hacemos) y futuro (lo que esperamos). Muchas cosas se repiten por inercia; el cambio aparece cuando repetimos de otra manera (repetición auténtica).
¿Cómo lo usa la terapia?
Hablamos de historias de refuerzo: lo que hiciste y “pagó” en el pasado, hoy te tira a repetirlo. Para cambiar, diseñas nuevas “pagas” (consecuencias) y nuevas señales (discriminativos) que te empujen a otro camino.
Ejemplo claro
-
Historia vieja: estudiar tarde → café + música + adrenalina → apruebo “por los pelos”.
-
Repetición creativa: mismo ritual, pero a las 18:00, bloques de 25’, micro-recompensa al cerrar cada bloque. Mismo “sabor” emocional, mejor horario y menos coste.
Mensaje: no te pelees con tu estilo, rehúsalo a tu favor.
Las pantallas como “cajas de Skinner” (y cómo salir)
-
Qué pasa: notificaciones, likes, “streaks” son programas de recompensa muy eficaces (como en un experimento).
-
Qué hacemos:
-
Quita azar donde no conviene (desactiva “números rojos”).
-
Mete azar donde sí conviene (recompensas sorpresa tras estudiar/entrenar).
-
Reglas visibles: horarios de apps, móvil fuera del dormitorio, modo lectura en escritorio.
-
Libertad no es “resistir”: es diseñar mejor tus contingencias.
Mini-manual práctico (7 pasos que funcionan)
-
Dibuja el contexto. ¿Dónde, con quién, a qué hora, con qué objeto? (No “qué te pasa por dentro”).
-
Detecta el disparador. Señal, emoción, pensamiento típico que abre la conducta.
-
Nombra la conducta en verbo. “Postergar”, “revisar mail”, “picar”, “evitar llamada”.
-
Identifica la paga. ¿Qué ganas rápido? ¿Qué evitas? (Alivio, dopamina, aprobación).
-
Propón un acto alternativo con igual función y menor coste. (Pedir ayuda, micro-pausa activa, empezar 2’).
-
Cambia el terreno: quita tentaciones visibles, prepara lo útil, pacta horarios, avisa a terceros.
-
Pon el tiempo a tu favor: objetivos chiquitos diarios, recompensa inmediata honesta, revisión semanal.
Regla de oro: si la intervención no cambia disparadores, esfuerzo o paga, es puro consejo.
¿Y lo “humano” dónde queda?
-
Intención: en lo que haces con un fin (abrir una puerta, llamar a alguien, disculparte).
-
Creatividad: en repetir distinto (mismos recursos, nuevo encaje).
-
Mente: en prácticas y palabras que organizan acción (no en una caja negra inaccesible).
-
Ética: toda técnica modela mundos. Aclara qué vida quieres habilitar.
Plantilla express (para usar mañana)
Situación (lugar, hora, gente, pantalla):
Estado (cansancio/ánimo):
Regla que me digo:
A-B-C = Disparador → Conducta → Paga:
Acto alternativo (misma función, menos coste):
Ajustes de contexto (quitar/poner):
Recompensa y revisión (¿cuándo, cómo, con quién la celebro?):
Cierre
Heidegger nos recuerda que no hay yo sin mundo. El análisis funcional nos enseña qué tornillos tocar del mundo para que el yo pueda. Ponerlos juntos no es adornar la terapia: es hacerla más humana y más eficaz.
Si quieres, te preparo esta versión en una ficha imprimible de una hoja con la plantilla al dorso y una checklist para sesiones.