lunes, abril 07, 2025

Coaching TDA-H y Altas Capacidades: Entre el Genio, la Neurodiversidad y la Exigencia Social

El concepto de altas capacidades ha generado un amplio espectro de interpretaciones, desde la visión clásica del genio excepcional hasta enfoques más recientes que lo vinculan con la neurodiversidad. En este artículo, exploramos estas perspectivas, incluyendo su relación con el autismo y el TDA-H, para comprender cómo cada una moldea el desarrollo de quienes poseen un potencial cognitivo superior.

1. La Visión Tradicional: El Genio como Excepción

Desde el enfoque clásico, las altas capacidades se identifican con el coeficiente intelectual elevado y el rendimiento sobresaliente en áreas como las matemáticas, la música o la literatura. Esta perspectiva se centra en la genialidad como una rareza biológica, un don excepcional que solo unos pocos poseen y que debe ser cultivado a través de una educación diferenciada.

Desde esta visión, los niños con altas capacidades son vistos como futuros líderes intelectuales, científicos o artistas, por lo que se enfatiza la exigencia académica, el perfeccionismo y la disciplina como ejes centrales de su educación. Sin embargo, esta postura ignora las dificultades emocionales y sociales que pueden experimentar estos niños, especialmente cuando su desarrollo intelectual no está acompañado de un desarrollo emocional equivalente.

2. La Perspectiva Neurodiversa: Más Allá del CI

En contraste, la visión neurodiversa cuestiona la idea de que las altas capacidades sean simplemente un coeficiente intelectual elevado y las enmarca dentro de la diversidad de funciones cognitivas. Desde este enfoque, se reconoce que muchas personas con altas capacidades también presentan características del autismo, el TDA-H o la dislexia, lo que sugiere que su forma de procesar la información no es superior en términos absolutos, sino diferente.

Aquí entra en juego el concepto de doble excepcionalidad, que describe a quienes combinan altas capacidades con una condición neurodivergente. Lejos de ser únicamente un privilegio, estas personas pueden enfrentar dificultades significativas en el sistema educativo y en su entorno social, ya que sus habilidades pueden verse opacadas por desafíos emocionales, de atención o de adaptación social.

3. La Postura Intermedia: Potencial y Contexto

Una perspectiva más equilibrada reconoce que las altas capacidades no son una garantía de éxito ni un simple rasgo neurodivergente, sino un potencial que requiere condiciones adecuadas para florecer. Desde esta visión, el contexto juega un papel fundamental: la educación, el apoyo emocional y el entorno familiar pueden determinar si una persona con altas capacidades desarrolla sus talentos o si, por el contrario, se siente incomprendida y termina por desconectarse de su propio potencial.

Aquí es donde el Coaching TDA-H cobra relevancia. Al centrarse en la gestión emocional, la planificación y la autoexploración, este enfoque puede ayudar a quienes poseen altas capacidades a encontrar su propio camino sin caer en la trampa del perfeccionismo extremo ni en la frustración del desajuste social. En particular, para quienes tienen tanto altas capacidades como TDA-H o rasgos autistas, el coaching puede ofrecer herramientas para desarrollar su potencial sin que sus diferencias se conviertan en barreras.

Las altas capacidades no son un concepto monolítico. Dependiendo de la perspectiva, pueden ser vistas como una bendición excepcional, una manifestación de la neurodiversidad o un potencial que necesita contexto para florecer. Lo cierto es que la realidad de cada individuo es única, y cualquier enfoque que pretenda ser absoluto estará ignorando la complejidad de la mente humana.


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