lunes, abril 07, 2025

Coaching para el TDA-H: Conducta, Espacio y Tiempo en Acción

El coaching para personas con TDA-H debe ser más que un conjunto de consejos abstractos o frases motivacionales. Necesita evidencia concreta, algo tan tangible y funcional como una carretilla: si no puedes ponerle peso y moverla, no sirve. Para lograrlo, es fundamental analizar la conducta a través de sus indicadores temporales y espaciales, entendiendo cómo y dónde ocurre.

La Conducta y sus Indicadores en el TDA-H

Las personas con TDA-H suelen enfrentar dificultades en la gestión del tiempo, la planificación y la ejecución de tareas. Sin embargo, al observar la conducta desde una perspectiva estructurada, se puede diseñar un coaching efectivo basado en datos observables.

Indicadores Temporales: Cómo ocurre la conducta en el tiempo

  1. Frecuencia: ¿Cuántas veces ocurre la distracción en una hora? ¿Cuántos intentos de comenzar una tarea se hacen antes de completarla?

  2. Tasa de respuesta: ¿Cuánto tiempo pasa entre cada interrupción y el regreso a la tarea?

  3. Duración: ¿Cuánto tiempo logra mantener la atención en una actividad antes de distraerse?

  4. Latencia: ¿Cuánto tarda en iniciar una tarea una vez que ha decidido hacerlo?

  5. Intervalo interrespuesta: ¿Cuánto tiempo pasa entre un episodio de hiperfoco y el siguiente?

  6. Periodicidad: ¿Se repiten ciertos patrones de distracción o hiperactividad a lo largo del día o la semana?

  7. Ciclo conductual: ¿Cuál es la secuencia típica de inicio, interrupción y reanudación de una tarea?

  8. Ritmo: ¿La persona con TDA-H alterna momentos de extrema productividad con pausas largas?

  9. Persistencia: ¿Cuánto insiste en completar una tarea antes de abandonarla?

  10. Extinción temporal: ¿Cuánto tiempo tarda una nueva estrategia en perder efecto si no se refuerza?

Indicadores Espaciales: Dónde y cómo ocurre la conducta

  1. Topografía: ¿Cómo se mueve físicamente la persona cuando está distraída? ¿Se levanta, se balancea, juega con objetos?

  2. Ubicación: ¿Dónde ocurren más las distracciones, en casa, en la escuela, en la oficina?

  3. Trayectoria: ¿Cómo se mueve en un espacio cuando está inquieta? ¿Hace circuitos repetitivos?

  4. Proximidad: ¿Se acerca más a objetos estimulantes cuando pierde la atención?

  5. Área de acción: ¿Cuánto espacio necesita para trabajar cómodamente sin sentirse restringida?

  6. Densidad espacial: ¿Cuánto influyen las personas alrededor en su concentración?

  7. Orientación: ¿Hacia dónde dirige la mirada cuando está concentrada o distraída?

El Coaching Basado en Evidencia: La Carretilla Llena de Datos

En el coaching para TDA-H, tener información precisa sobre estos indicadores permite construir estrategias que realmente se puedan poner en práctica. Es como una carretilla: necesitas algo concreto que puedas cargar y mover, no solo ideas vagas.

Por ejemplo, si un cliente tiene problemas con la latencia y tarda mucho en iniciar tareas, el coach puede recomendar técnicas de activación como la regla de los cinco minutos o el uso de señales ambientales. Si la dispersión espacial es un problema, reorganizar el espacio de trabajo puede mejorar el enfoque.

Sin datos observables, el coaching corre el riesgo de ser solo palabras bonitas. Con evidencia clara, se convierte en una herramienta poderosa para gestionar el tiempo, el espacio y la conducta.

Si no puedes ponerle una carretilla encima y moverlo, no sirve.


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