Coaching y TDAH: Cuando el fracaso no es solo un resultado
En el mundo del coaching se repite con frecuencia la idea de que "no existe el fracaso, solo los resultados". Esta afirmación busca fomentar una mentalidad de aprendizaje, evitando que los errores paralicen el crecimiento personal. Sin embargo, cuando se trata de personas con TDAH, la realidad es más compleja. Los despistes, la impuntualidad o los olvidos no solo afectan a quien los comete, sino que pueden tener consecuencias significativas para los demás.
Para muchas personas con TDAH, el problema no es solo el resultado en sí, sino el conflicto interno que genera. No cumplir con una responsabilidad, llegar tarde a una reunión importante o olvidar un compromiso puede generar culpa, vergüenza y frustración. No se trata simplemente de "aprender de los errores" sino de gestionar el impacto emocional y social de esos errores.
Un enfoque útil ante los malos resultados
Más que insistir en que "solo hay resultados", es necesario abordar los errores de manera práctica y con autocompasión. Algunos pasos clave son:
1. Reconocer el impacto sin hundirse en la culpa
Es válido sentirse mal cuando nuestras acciones afectan a otros, pero la culpa excesiva no ayuda. En lugar de caer en la autocrítica destructiva, se puede practicar la autoobservación: ¿Qué salió mal? ¿Qué parte estaba bajo mi control y qué parte no?
2. Aprender del error con estrategias concretas
El aprendizaje no solo es una reflexión abstracta, sino la implementación de medidas que prevengan que el error se repita. Por ejemplo, si la impuntualidad es un problema frecuente, se pueden probar alarmas en cadena, recordatorios visuales o un sistema de recompensas para reforzar hábitos.
3. Aceptar la responsabilidad sin autodestruirse
Ser responsable no significa castigarse, sino asumir las consecuencias con madurez. Pedir disculpas de manera sincera y buscar soluciones demuestra integridad, sin necesidad de caer en la autoflagelación.
4. Distinguir entre identidad y comportamiento
Las personas con TDAH pueden sentirse definidas por sus errores, como si ser impuntual o despistado significara ser una persona irresponsable. Separar la identidad del comportamiento es clave: un error no define quién eres, sino que es un aspecto a mejorar.
En última instancia, el coaching para personas con TDAH debe ser un equilibrio entre el aprendizaje y la compasión. No se trata de ignorar los errores bajo la premisa de que "todo es un resultado", sino de abordarlos de forma útil, sin perder de vista la propia dignidad y el impacto en los demás.
17 de marzo de 2025