Coaching TDA-H: cómo lidiar con la culpa, la vergüenza, el resentimiento y el remordimiento
El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDA-H) no solo afecta la capacidad de concentración o la impulsividad, sino que también influye en la vida emocional. Muchas personas con TDA-H experimentan culpa, vergüenza, resentimiento y remordimiento con mayor intensidad y frecuencia que quienes no tienen este diagnóstico. Estas emociones pueden volverse obstáculos significativos en su desarrollo personal y profesional, por lo que aprender a gestionarlas es esencial.
La culpa y la vergüenza: entender la diferencia
La culpa surge cuando alguien reconoce que ha hecho algo que va en contra de sus valores o ha causado daño a otros. Es una emoción que, bien canalizada, puede llevar a la reparación y el aprendizaje. En cambio, la vergüenza es más profunda y corrosiva, ya que no solo señala una acción equivocada, sino que implica una percepción negativa de la propia identidad. En el TDA-H, la acumulación de pequeños errores cotidianos, olvidos o dificultades para cumplir expectativas puede generar un ciclo de vergüenza persistente.
Estrategias para manejar la culpa y la vergüenza
- Reformular la autopercepción: En lugar de pensar "soy un desastre", es más útil decir "tengo dificultades con la organización, pero estoy trabajando en ello".
- Practicar la autoaceptación: Reconocer que la perfección no existe y que cometer errores no define el valor personal.
- Enfocarse en la solución: Si la culpa es válida, en lugar de castigarse mentalmente, buscar maneras concretas de corregir la situación.
- Aprender a comunicar límites y necesidades: Muchas veces la culpa en el TDA-H proviene de la sensación de defraudar a otros. Expresar las dificultades abiertamente ayuda a manejar expectativas.
El resentimiento y el remordimiento: las trampas del pasado
El resentimiento se alimenta de la percepción de injusticia, de haber sido tratado de manera desfavorable o de sentir que los demás no comprenden las dificultades del TDA-H. Por otro lado, el remordimiento está vinculado a la sensación de haber causado daño o de haber perdido oportunidades debido a las propias dificultades.
Estrategias para gestionar el resentimiento y el remordimiento
- Identificar y validar las emociones: El resentimiento muchas veces oculta tristeza o sensación de abandono. Reconocer estas emociones permite procesarlas.
- Trabajar en la comunicación asertiva: Expresar las necesidades y frustraciones sin agresividad ni pasividad ayuda a reconstruir relaciones.
- Perdonarse a uno mismo: Aceptar que en el pasado se tomaron decisiones con las herramientas disponibles en ese momento es clave para avanzar.
- Mirar hacia adelante: En lugar de quedarse atrapado en "lo que pudo haber sido", centrarse en "qué puedo hacer ahora".
El coaching para el TDA-H no se limita a mejorar la productividad o la organización, sino que también debe abordar la gestión emocional. Aprender a manejar la culpa, la vergüenza, el resentimiento y el remordimiento no solo ayuda a disminuir el sufrimiento, sino que también permite desarrollar una mayor confianza y bienestar.
[2025-03-17]