**Sugerible Tú**
*Erik Vance*
*Sugerible Tú: La ciencia curiosa de la habilidad de tu cerebro para engañar, transformar y sanar*
Uno de los poderes más sorprendentes del cerebro humano es su capacidad para engañarse a sí mismo. Detrás de este poder se encuentra algo simple: la expectativa.
De hecho, el cerebro prácticamente funciona con expectativas. Además, no le gusta ser decepcionado, por lo que, cuando la realidad no se ajusta a sus expectativas, prefiere distorsionarla antes que cambiar sus creencias. La clave para desbloquear este poder es la sugestión. Es lo que activa tus expectativas, te muestra que pueden hacerse realidad y lleva a tu cuerpo a realizar hazañas asombrosas para lograrlo. En este resumen, aprenderás cómo la expectativa y la sugestión influyen en cómo sientes el dolor, te recuperas de una enfermedad y formas recuerdos. Comprenderás sus efectos positivos y dañinos, y estarás equipado con el conocimiento para usarlos a tu favor.
**Blink 1 de 8**
Recuerda la última vez que tomaste un analgésico. ¿Recuerdas haber tragado la pastilla y sentir casi de inmediato sus efectos calmantes extendiéndose por tu cuerpo? Si es así, experimentaste el efecto placebo. La mayoría de los analgésicos tardan al menos 15 minutos en hacer efecto.
Esa sensación de alivio inmediato que muchos de nosotros sentimos al tomar una pastilla se debe no a una sensación física real en el cuerpo, sino a lo que esperamos que suceda. El mensaje clave aquí es que los placebos funcionan aprovechando el poder de la sugestión. Un placebo generalmente se refiere a una sustancia neutral o inerte, como una pastilla de azúcar, pero aún así tiene un efecto positivo en el paciente.
Toma los remedios homeopáticos. La idea detrás de ellos es que es la esencia de la medicina la que tiene el efecto curativo. Así que si la diluyes con agua hasta que no quede nada del químico original, el agua transmitiría la esencia y curaría al paciente.
La mayoría de los médicos están de acuerdo en que es un placebo. Las pastillas no tienen ingredientes activos, o al menos no en una concentración suficiente como para causar los beneficios reclamados. Y, sin embargo, para algunas personas, los efectos son reales.
**Ejercicio práctico:**
**Reflexión sobre las expectativas y el poder de la sugestión:**
Tómate unos minutos cada día para reflexionar sobre una situación reciente donde experimentaste dolor o malestar, ya sea físico o emocional. Pregúntate a ti mismo: ¿Qué expectativas tenía en ese momento? ¿Cómo crees que esas expectativas afectaron la intensidad o duración del malestar?
Luego, prueba el siguiente ejercicio: cuando enfrentes alguna molestia, intenta redirigir tus pensamientos hacia un resultado positivo basado en lo que esperas que suceda. Por ejemplo, si estás lidiando con dolor, en lugar de enfocarte en la incomodidad, visualiza cómo tu cuerpo responde a los pensamientos positivos y al alivio.
Este tipo de prácticas pueden ayudarte a entender cómo las expectativas influyen en tus experiencias cotidianas, especialmente en situaciones donde el malestar y el dolor son prominentes.