La desregulación emocional es un síntoma del Déficit de Atención que a menudo se pasa por alto y puede llevar a reacciones extremas o exageradas que no se ajustan a la situación. Los síntomas incluyen reacciones emocionales que no están en consonancia con su causa, dificultad para calmarse y baja tolerancia a la frustración.
Algunas estrategias para lidiar con la desregulación emocional incluyen escribir y analizar los pensamientos, hacer ejercicio, escuchar música o tocar un instrumento e investigar en el pasado qué estrategias han funcionado y generar las propias. La desregulación emocional puede afectar muchos aspectos de la vida, como el trabajo y las relaciones personales, y puede ser causada por un conjunto de creencias de cómo deberían ser las cosas, una amígdala hiperactiva y una corteza frontal hipoactiva en el cerebro con Déficit de Atención.
La desregulación emocional es uno de los síntomas del
Déficit de Atención que más se pasa por alto, lo que lleva a muchos
diagnósticos erróneos. Los síntomas de la desregulación emocional pueden
simular otros trastornos como la depresión, el trastorno bipolar, la
personalidad límite e incluso el trastorno de estrés postraumático.
La desregulación emocional es un deterioro de la capacidad para controlar las respuestas emocionales, lo que lleva a reacciones extremas o exageradas que no se ajustan a la situación.
Algunos de los signos y síntomas clave incluyen reacciones
emocionales que parecen no estar acordes con su causa, dificultad para
calmarse, incluso si es consciente de que está reaccionando de forma exagerada,
baja tolerancia a la frustración o molestia, carácter temperamental o propenso
a arrebatos repentinos, sentirse completamente abrumado por las emociones y
dificultad para reenfocar la atención lejos de la emoción.
La desregulación emocional puede afectar muchos aspectos de
la vida, como el trabajo y las relaciones personales. En el trabajo, la
capacidad de moderar las respuestas emocionales es una gran ventaja en los
puestos de atención al cliente, así como en cualquier función en la que se
espera que trabajes con un equipo. En las relaciones personales, las reacciones
explosivas pueden provocar estrés y dificultar la convivencia.
La ciencia que tenemos hasta ahora muestra tres causas
principales de desregulación emocional en el cerebro con Déficit de Atención:
un conjunto de creencias de cómo deberían ser las cosas, una amígdala
hiperactiva y una corteza frontal hipoactiva. Los pensamientos funcionan como
un filtro que modifica nuestra respuesta emocional y, en consecuencia, nuestra
conducta. Las creencias disfuncionales nos llevan a exagerar y son un obstáculo
a la hora de controlar nuestras emociones.
Algunas estrategias para mejorar la regulación emocional incluyen escribir y analizar los pensamientos, hacer ejercicio, escuchar música o tocar un instrumento e investigar en el pasado qué estrategias han funcionado y generar las propias.