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Existe mucho interés, y aparentemente mucha confusión, acerca de la naturaleza de la Terapia Cognitivo Conductual (TCC) y la manera en que es empleada para ayudar a los adultos con TDAH.
La Terapia Cognitivo Conductual se refiere a un tipo de tratamiento para la salud mental que se enfoca en los pensamientos y conductas que ocurren en el presente o "aquí y ahora". Este tipo de enfoque se diferencia de las terapias psicoanalíticas o psicodinámicas tradicionales, que consisten en volver a capturar y a reprocesar las experiencias de la niñez, concibiéndose como las originarias de los problemas emocionales actuales del individuo.
Una diferencia de la TCC con las terapias anteriores es que tanto sus fines como sus métodos son explícitos. Y como tales, se prestan más fácilmente para medir si las metas deseadas han sido alcanzadas o no.
Origen y Uso Precoz de la TCC
La TCC tuvo su origen en la fusión entre la "terapia cognitiva" desarrollada en los años 60 por Aaron Beck y popularizada por Albert Ellis, y la "terapia conductual" diseñada por B. F. Skinner, Joseph Volpe y otros. Ambos Beck y Ellis postulaban que todos tenemos pensamientos "automáticos" que ocurren de manera inmediata como respuesta a un suceso, situación u otro tipo de estímulo.
Dichos pensamientos (o "cogniciones") pueden ser útiles - quiere decir - que evocan pensamientos positivos y el afrontamiento efectivo, o pueden ser negativos debido a que provocan depresión o ansiedad y comportamiento inadaptado. Este tipo de pensamientos negativos usualmente están basado en "creencias irracionales" o "distorsiones cognitivas". Entre los ejemplos se incluyen:
-pensamientos "o todo o nada" (que dan origen al perfeccionismo);
-atención selectiva a eventos o resultados negativos (pasando desapercibidos los resultados positivos);
-"catastrofismo" (la creencia de que va a haber una catástrofe si algo sucede o no sucede)
y,
-personalización (el verse a sí mismo como la causa de sucesos negativos externos de los cuales la persona no tiene ninguna responsabilidad primaria).
La terapia ayuda a identificar estas creencias irracionales. De allí, el tratamiento progresa a su desafío hasta alcanzar la negación de dichas creencias a través de discusiones y ejercicios en casa, usualmente llevando libretas con "registros de pensamientos".
Con el trascurso de los años la terapia cognitiva se ha ampliado y adecuado al tratamiento de la depresión, de muchos tipos diversos de ansiedad incluyendo el trastorno de ansiedad generalizada, el estado de preocupación social, el síndrome postraumático y el trastorno obsesivo-compulsivo.
Las conductas negativas y asimismo los pensamientos negativos se abordan durante el tratamiento (de allí el término terapia cognitivo conductual). Los ejercicios durante la sesión terapéutica y en la casa por lo regular incluyen una exposición gradual y sistemática a eventos que producen ansiedad, desarrollándose con la práctica de habilidades para afrontar de mejor manera dichas situaciones; así como también, se combaten creencias y pensamientos irracionales que pudieran surgir automáticamente a raíz dichos eventos.
¿Cómo es Pertinente la TCC para los Adultos con TDAH?
La TCC es pertinente para los adultos con TDAH de dos maneras:
Primero, en años recientes, los programas de TCC han sido diseñados específicamente para los adultos con TDAH. Algunos de estos programas tienen como finalidad ayudar a los adultos a superar sus dificultades con las funciones "ejecutivas" cotidianas, que son necesarias para el manejo efectivo del tiempo y para organizarse y planear a corto y largo plazo. Otros programas están enfocados en la autorregulación emocional, el control de impulsos y el manejo del estrés.
Adicionalmente, está bien establecido que los adultos con TDAH son más propensos que los adultos de la población general a padecer de trastornos coexistentes depresivos o de ansiedad. Un estudio amplio nacional y representativo de la población, fijó índices de 51% para los trastornos concomitantes de ansiedad, y de 32% para los afectados por depresión concomitante . Por ello, los tratamientos que incorporan la TCC para dichos trastornos pueden ser de gran utilidad para muchos adultos con TDAH aunque no están diseñados específicamente para abordar los síntomas e impedimentos relacionados con el TDAH.
Los programas que abordan la disfunción de la función ejecutiva se pueden clasificar en la categoría de terapia "cognitivo-conductual" porque (1) imparten cogniciones más adaptativas sobre cómo llevar a cabo la planeación, organización, etc., y también porque (2) imparten competencias del comportamiento.
Un ejemplo de cogniciones adaptativas sería la instrucción autodirigida para "descomponer en partes menores los quehaceres complejos o desagradables". Ejemplos de competencias del comportamiento son el uso habitual de un planificador y la creación de un sistema de archivero. Ya que los pensamientos positivos y las conductas positivas se refuerzan entre sí - a medida que la persona empieza a manejar de mejor manera su tiempo, él o ella comienza a experimentar pensamientos y autoconocimientos más positivos, y éstos a su vez ayudan a generar y a mantener comportamientos más adaptativos.
Programas de TCC Basados en la Evidencia Científica para los Adultos con TDAH
Dos programas fueron creados para abordar las competencias ejecutivas en los adultos con TDAH que publicaron manuales de uso cuya efectividad fue comprobada a través de la investigación científica rigurosa.
Estos dos programas fueron desarrollados en el Hospital General de Boston, Massachusetts [5,6] y en el Centro Médico de Mount Sinai de New York City [7]. En los ensayos clínicos para ambos programas se inscribieron a dos grupos de adultos con TDAH - a uno se le trató con el programa de TCC, y otro, el grupo de "control" o grupo de comparación, recibió un tipo de terapia de apoyo.
Los resultados de los ensayos clínicos demostraron que la TCC mostró ser significativamente más efectiva que la otra terapia de apoyo no específica y la atención del terapeuta. [4,8]
Un tercer programa que fue desarrollado por la Universidad de Pittsburgh en Pennsylvania [3] incorpora estrategias dirigidas a las creencias irracionales, así como también al desarrollo de competencias ejecutivas.
Asimismo, actualmente se están llevando a cabo en Alemania pruebas de comprobación de la efectividad de un tipo de tratamiento conductual derivado de la terapia dialéctica conductual (DBT en inglés). Este método está dirigido primordialmente a ayudar a los adultos con TDAH a alcanzar una mejoría en la regulación de sus emociones, en sus relaciones interpersonales y su impulsividad.
Si se concluyera que es efectiva para este fin, programas similares podrían desarrollarse en los Estados Unidos.
Finalmente, aunque no es una intervención cognitiva-conductual en un sentido estricto de la palabra, la meditación de atención plena fue encontrada útil en un estudio no controlado y podría tener un potencial mayor para ayudar a los adultos con TDAH a mejorar su atención y también algunos otros síntomas del TDAH.
¿Cómo se Compara la TCC con la Medicación para el Tratamiento del TDAH en los Adultos?
La medicación estimulante y no estimulante (atomoxetina o Strattera) ha demostrado en numerosos estudios que es efectiva para el tratamiento del TDAH en los adultos. Las investigaciones científicas hasta la fecha demuestran que la TCC puede ser beneficiosa aunque la persona sea o no tratada con medicamentos.
No se han realizado ensayos clínicos comparativos entre la TCC y la medicación, pero la experiencia clínica sugiere que actúan de diferente manera: mientras que los medicamentos ayudan a controlar los síntomas principales de distracción, periodo de atención corto e impulsividad, la TCC es más efectiva para mejorar los hábitos y competencias necesarias para el automanejo ejecutivo, y además puede ayudar para incrementar la autorregulación emocional e interpersonal.
fuente: http://209.126.179.230/es/treatment/behavioral/WWK21
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