lunes, julio 06, 2015

¿Por qué se relaciona la obesidad con el TDAH?

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Obesidad y TDAH: ¿Cuál es la conexión?

La obesidad es un problema común, grave y costoso en los Estados Unidos. Los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) indican que un 36 por ciento de adultos y un 17 por ciento de los niños en el país son obesos. Los jóvenes Latinos/Hispanos y Afro-americanos tienen tasas aún más elevadas de obesidad cuando se les compara con los Blancos. Los costos de los cuidados médicos para las personas obesas son cerca de 150.000 millones de dólares anuales.[1]  La evidencia que arrojan las investigaciones científicas demuestra de manera creciente que existe una relación importante entre estas dos condiciones.

El sobrepeso y la obesidad son dos términos que se utilizan para identificar las variaciones del peso corporal asociadas a enfermedades y a otros problemas graves de la salud.

Los adultos con TDAH parecieran enfrentar retos más grandes para controlar el peso saludable comparado con aquellos sin TDAH. Por ejemplo, una investigación concluyó que los adultos con TDAH tienen un 1,58 por ciento más de probabilidades de tener sobrepeso, y un 1,81 por ciento más de probabilidades de ser obesos, que los adultos sin TDAH.[2]

Los niños con TDAH también parecieran tener tasas más altas de sobrepeso y obesidad que sus compañeros sin el trastorno. Sin embargo, si el niño recibe o no tratamiento para el TDAH es otro factor importante. Las estadísticas de la Encuesta Nacional sobre la Salud de los Niños del 2003-2004 concluyeron que los niños cuyo tratamiento no incluye medicamentos para el TDAH fueron una y media veces más propensos a tener problemas de sobrepeso, que los que recibieron medicamentos como parte de su tratamiento para el TDAH.[3]
En los adultos, los rangos de sobrepeso y obesidad se determinan utilizando valores de peso y altura para calcular un número al que se denomina índice de masa corporal (BMI, por sus siglas en inglés). Se utiliza el BMI porque en la mayoría de las personas éste se relaciona con la cantidad de grasa corporal que tienen.
  • Sobrepeso se define como un BMI entre 25,0 y 29,9.
  • Obeso se define como un BMI de 30 o mayor. [4]
La composición corporal de los niños y niñas varía a medida que crecen y existen ciertas diferencias importantes entre los varones y las hembras. Por lo tanto, el peso de los niños se calcula usando un porcentaje que incluye el sexo y la edad para calcular el BMI, en lugar de las categorías de BMI que se utilizan en los adultos. Para los niños:
  • Sobrepeso se define como un BMI del 85vo. percentil pero menor del 95vo. percentil en niños de la misma edad y sexo.
  • Obeso se define como un BMI del 95vo. percentil o mayor en niños de la misma edad y sexo.[5]
¿Por qué se relaciona la obesidad con el TDAH?
Existen varias posibles razones por las cuales se puede explicar un incremento de la relación entre la obesidad y el TDAH.
  1. Falta de sueño: de un cuarto a una mitad de los padres de niños con TDAH reportan que sus niños tienen problemas para dormirse y especialmente tienen problemas para conciliar el sueño o para permanecer dormidos.[6]  Se ha observado que los adultos con TDAH también enfrentan problemas para dormir. Cuando una persona no duerme lo suficiente se reduce una hormona corporal llamada leptina. La leptina manda una señal de hambre al cerebro y cuando hay una reducción de la hormona, el apetito aumenta y el metabolismo funciona más lentamente, lo que resulta en un incremento en el almacenamiento de grasa corporal. (Para más información, ver El TDA/H y los trastornos coexistentes: El sueño y los trastornos del sueño (WWK 5D).
  2. Niveles inadecuados de dopamina: Se ha demostrado que existe un vínculo importante entre la dopamina y la obesidad. La dopamina es un neurotransmisor que juega un papel vital en una variedad de funciones del cerebro, incluyendo la cognición, la memoria a tiempo real, la motivación y quizás la más importante, regula el sistema de recompensa cerebral. Los individuos con TDAH tienen niveles más reducidos de dopamina en el cerebro y debido a esto las existe en deterioro de las funciones antes mencionadas. Por eso, cuando existen bajos niveles de dopamina en el cerebro los individuos afectados buscan actividades estimulantes para elevar esos niveles. Tomar alimentos es una actividad que causa una elevación de la dopamina en el cerebro.[7]
  3. Impulsividad relacionada con el TDAH: La impulsividad y la inhabilidad de autorregulación son síntomas debilitantes del TDAH. Los individuos que poseen poco control están en un mayor riesgo de comer en exceso, lo que hace que la impulsividad sea un factor de riesgo en la obesidad.[8]  Los individuos con TDAH frecuentemente sufren de una baja autoestima personal, y cuando a esto se le suma la falta de capacidad para regularse, la persona con TDAH puede buscar en la comida una manera de auto estimularse o de obtener alivio. Asimismo, debido a que la capacidad de autorregulación es deficiente, pueden ignorar las señales de su organismo le envía diciéndole que su apetito ya ha sido satisfecho, por lo que los lleva a comer en exceso.[9]
  4. Falta de organización asociada con el TDAH: Los individuos con deficiencias en las habilidades para organizar o planear enfrentan un riesgo incrementado de pasar largos periodos  de tiempo sin tomar alimentos, lo que ocasiona un descenso en la glucosa cerebral. El cerebro, al igual que otras partes del cuerpo, necesita energía para funcionar. La concentración mental es una función que agota la glucosa de ciertas partes importantes del cerebro relacionadas con la memoria y el aprendizaje; por eso es importante no pasar largos periodos de tiempo sin comer. Adicionalmente, una vez que se salta una comida, el metabolismo se hace más lento y aumentan las ansias por consumir grasas, carbohidratos y azúcar.[10]
  5. El estrés: Aunque el estrés no es un síntoma directo del TDAH, los retos de lidiar con los síntomas del TDAH pueden ser agotadores, lo que ocasiona altos niveles de estrés crónico. Cuando el individuo experimenta altos niveles de estrés, el organismo libera una hormona en el torrente sanguíneo llamada cortisol. Altos niveles de cortisol en el cuerpo han sido relacionados con alteraciones del sistema endocrino que pueden ocasionar que el individuo gane y conserve peso. [11]
Qué hacer si usted tiene el TDAH y problemas de peso

Estas conclusiones nuevas sugieren que el TDAH sin tratar contribuye a los problemas de peso de los adultos y niños con el trastorno. Si usted o su niño tiene el TDAH y enfrenta dificultades para mantener un peso saludable, asegúrese de que el TDAH sea tratado eficazmente. Tal y como los profesionales de la salud deben examinar a los individuos con TDAH rutinariamente para detectar otros trastornos (coexistentes), una evaluación exhaustiva de los síntomas del TDAH debe también determinar cómo los síntomas del TDAH están afectando el peso del individuo.

Si tiene inquietudes acerca del manejo del peso suyo o de su niño con TDAH, háble con su profesional de la salud acerca de ambas condiciones. Tomar la decisión de un plan de tratamiento apropiado para los síntomas del TDAH, puede ayudarle a mejorar el estado de su peso corporal. Podría ser necesario referirlo a un profesional de la salud que se especialice en problemas del peso o de nutrición para ayudarle a tratar el estado de su peso más adelante.

Recursos adicionales
Si usted es un adulto con TDAH y le gustaría saber más acerca de cómo manejar su peso, estos recursos informativos pueden ayudarle:
Si usted es un padre/madre o cuidador, estos recursos dirigidos a personas como usted pueden ayudarle:

http://www.help4adhd.org/faq.cfm?fid=43&varLang=es

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