martes, febrero 24, 2015

Frustración e Ira 3

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(Este artículo es continuación de este)

Reestructurar la situación

El individuo aprenderá a reconocer los sentimientos de ira en si mismo y en los demás, a identificar los signos o detonadores que indican que un conflicto o una confrontación se están saliendo de control, a imponer un autocontrol, a manejar los sentimientos de excitación y a manejar la situación. 



Una forma adicional de manejar el conflicto y la confrontación es enseñarle a que reduzca la posibilidad de que una situación dificil se vuelva amenazante o provoque ira. 

Esto requiere una reestructuración cognitiva de una situación y controlar a la misma mediante la mejora del modo que el individuo emplea para comunicarse, Esto significa enseñarle al individuo a aplicar la fórmula del TDAH 

T= Tienes que abordar la situación

En primer lugar, el individuo debe establecer los hechos de la situación, mediante una simle valoración del problema planteada con brevedad y neutralidad.

Marco: David, esta tarde, cuando devolviste mi reproductor de CD, las baterías estaban bajas.

D = Describe tus sentimientos

Entonces el individuo describe cómo se siente. Una vez más, esto debe ser objetivo y el individuo sólo debe usar enunciados del tipo “Me siento...”, más que enunciados del tipo “Me haces sentir...”, que pueden enojar y atribuir culpa.

Mick: Me siento muy enfadado por eso.

A = Ayúdelo a entender

La tercera etapa consiste en que el individuo ayude a que la persona entienda cómo pueden mejorar la situación. Una vez más, esto se afirma explícitamente al proporcionar un enunciado de la resolución o del resultado deseado. 

Esto constituye una etapa muy importante que a menudo se omite en un proceso de resolución. 

Es muy importante hacer saber a la persona objetivo qué es lo que se quiere, él o ella no puede “leer la mente”.

Marco: En el futuro apreciaría que reemplazaras las baterías cuando estén bajas.

H = Hay que definir  las consecuencias

Por último, el individuo define las consecuencias si la conducta especificada no se cumple. Una vez más, esto debe ser pragmático y explícito.

Marco: Si no estás de acuerdo, entonces en el futuro no te prestaré mi reproductor de CD.

Al adoptar la fórmula TDAH, David aprendió cómo se sentía Marco por qué se sentía así, cómo podría arreglarse y que pasaría si no estaba de acuerdo. 


 La fórmula TDAH

1. Aborde la situación

2. Describa sus sentimientos

3. Ayúdelos a entender

4 Defina las consecuencias

David no había pensado en la situación desde la perspectiva de Marco ni se había dado cuenta de que esta conducta había causado rencor. 

La postura era clara y David aplacó la situación inmediatamente al ofrecer disculpas y reemplazar las baterías. 

Marco obtuvo el resultado que quería, no se alteró al acumular resentimiento e ideas de que su amigo se estaba aprovechando de él.

CÓMO ENFRENTAR LOS INSULTOS Y LA CRÍTICA

Las personas con TDAH son particularmente susceptibles a la ira después de recibir insultos y críticas. 

Esto es posible porque tienen más posibilidades de ser defensivos por haber recibido un cúmulo de comentarios y retroalimentación críticos durante toda su vida ya sea de parte de sus padres, maestros, amigos y hermanos y ahora desean proteger su autoestima.

También es más probable que respondan de forma impulsiva a la crítica sin escuchar a la persona y sin entender por completo lo que se ha dicho, sin valorar con exactitud la intención de la otra persona y suponer una intención maliciosa. 

Sin embargo, si los individuos son capaces de aprender a distinguir entre los insultos y la crítica, tienen más posibilidades de responder de manera apropiada a ambos tipos de enunciados.

Insultos

Un insulto es algo que se dice para causar molestia, mientras que una crítica es algo que se dice acerca de la conducta. 

Los insultos están diseñados inherentemente para hacer que una persona se sienta mal y/o enojada. 

Con el fin de prepararse para afrontar los insultos, debe pedirse al individuo que piense en el peor insulto que alguien le haya dicho y que lo haya hecho enojar. 

Se les debe preguntar lo siguiente:

• ¿Por qué hizo que se sintiera mal? (p. ej., fue amenazante para su familia, masculinidad, etc.)

• ¿Qué tenía esa afirmación que lo molestó? (p. ej., ¿fue sólo lo que se dijo o la forma en la que se dijo también lo molestó? ¿Fue el tono de voz? ¿Fue el comportamiento de la persona? ¿Fue un lenguaje corporal específico?)

• ¿Por qué cree que la persona dijo esas cosas?

Al dar un paso atrás y ser capaz de revisar un insulto como un comentario con la intención de molestar, el individuo puede aprender por qué lo hizo enojar. 

Sin embargo, lo que es más importante, podrán especular sobre a motivación detrás de comentario. Esto lo ayudará a reacomodar la ira al entender que ésta es una emoción dentro de la otra persona que se expresa de forma inapropiada y dura hacia los demás. 

Esto debe ayudar a los individuos a ver los insultos como lo que son y rechazarlos como una verdad acerca de ellos mismos. 

Si un individuo siente que lo están insultando, el monólogo interno en forma de enunciados tranquilizantes lo ayudará a controlar sus sentimientos y a controlar el impulso de replicar agresivamente, por ejemplo:

•  “Sé que sólo está diciendo eso para molestarme, no le daré el gusto.”

• “¿Qué saben ellos de mi familia?”

• “Sé que soy una persona decente, así que eso es lo que me importa.”

(La crítica es una forma necesaria y, a veces, útil de retroalimentacjón. Es mucho mejor si se presenta de forma constructiva. Sin embargo, recibirla puede ser dificil para cualquiera, particular si se estructura negativamente. 

Un ejemplo de la diferencia entre la crítica  constructiva y la crítica negativa aparece a continuación:

Negativa: Éste es un informe muy diflcil de leer. Está tan mal estructurado que es difícil de seguir lo que tratas de decir. Necesitas aprender cómo estructurar informes o nunca lograrás explicar tu punto.

Positiva: Has escrito un buen informe y haces muchos comentarios interesantes. Podría mejorar si lo estructuras más al usar subtítulos. Aquí hay un ejemplo de un informe muy bueno que puede ayudarte silo revisas.

Debido a su historia de fracasos y/o a que no alcanzaron su potencial, las personas con TDAH están acostumbradas a las críticas y, por desgracia, al insultos. Esto significa que les resulta dificil aceptar la retroalimentación no positiva y las recompensas, porque son insensibles ante la crítica percibida, incluso cuando ésta se pronuncia de manera sincera y constructiva. 

Tan pronto como captan cualquier forma de retroalimentacjón crítica, se sienten amenazadas y se irritan y/o enojan. 

Esto significa que pueden hacer caso omiso, o que se dice o interpretar el comentario de un modo sobregeneralizado (a menudo sin o discutir el comentario en su totalidad y apropiadamente). 

Pueden responder a la crítica percibida en una de dos maneras, las cuales implican una reacción exagerada: tornarse agresivo o al sentirse lastimado y herido en exceso. 

En este último caso, puede internalizar el comentario como un defecto inmutable de la personalidad, en lugar de percibir que la crítica se relaciona con una conducta que puede cambiarse.

Para enfrentar la crítica, los individuos con TDAH necesitan escuchar con cuidado lo que se les dice y asegurarse de que entienden por completo el problema. 

Los déficits atencionales pueden conducirlos a omitir la primera parte de un enunciado y sólo captar el inicio, lo que significa que su reacción se basará en información faltante y harán una valoracion y una interpretación inexactas de lo que se ha dicho. 

La crítica constructiva, a menudo, comienza con un comentario positivo y, si éste no se ha escuchado, hay más posibilidades  que los individuos interpreten el comentario o la retroalimentación como un insulto personal. 

En este momento, ellos deben automonitorear sus sentimientos y ser más capaces de conocer los signos de sentimientos crecientes de irritabilidad e ira que puedan detonarte a respuestas inapropiadas y/o una de la que tal vez se arrepientan. 

Así, reconocerán los ‘signos de alerta” dentro de ellos mismos cuando reciban retroalimentación, comentarios y/o críticas que perciban como negativas y/o amenazantes.

En este punto, nécesitan interrumpir el proceso de la ira por medio de pedirle a la persona que explique el problema o comentario más detalladamente. 

Durante la repetición del comentario pueden oír las partes que antes omitieron. 

Desde luego, puede resultar claro que la persona estaba insultando pero, de la misma forma, puede aclararse que la persona que está criticando al individuo trata de ayudar al ofrecer buenos consejos y retroalimentación constructiva. 

Anime al individuo a que los acepte con elegancia incluso sí sigue levemente molesto e irritado. 

Las dramatizaciones en las sesiones deben incluir una crítica constructiva a los demás (no dar información de forma rápida y brusca) y también recibirla. 

Es importante dramatizar ambos aspectos porque dar y recibir la crítica constructiva es un proceso mutuo, y entender la dinámica de ambas partes ayudará al individuo a aceptar mejor la retroalimentación crítica en el futuro.

Hacer crítica constructiva significa expresar una crítica de forma útil, al enfatizar los aspectos positivos, ofrecer sugerencias para lograr mejorías y apoyar al individuo para que efectúe cambios y correcciones. 

Recibir crítica constructiva apropiadamente significa hacer una afirmación en la que se reconoce el problema, aclarar cualquier malentendido, esbozar una idea y un plan compartidos para resolver el conflicto. 

En algunas circunstancias, puede ser apropiado disculparse por errores o fallas.

ASERTIVIDAD

Ya se ha sugerido que algunas personas con TDAH suprimen su ira. Pueden ser dóciles en su comportamiento y seguir los deseos y/o sugerencias de los demás que normalmente rechazarían. 

Esto significa que con el tiempo podrían acumular fuertes resentimientos en su interior. Para estos individuos, sería útil aprender a ser más asertivos y a expresar sus propios deseos y necesidades, más que seguir una actitud o conducta con la que están en desacuerdo y que más tarde los hará enojar.

Podría parecer extraño que las personas que tienen problemas de ira también pueden tener dificultades para hacer valer sus derechos, pero ambas cosas no son incompatibles. 

Ya que su autoestima es baja, algunas personas tienen más probabilidades de aceptar una situación que de quejarse o tratar de efectuar cambios. 

Su ira se acumula en su interior porque se sienten enojados consigo mismos por no defender sus derechos, y porque se sienten eno jados con otras personas que, desde su punto de vista, se aprovechan de ellos. 

Estos sentimientos aumentan poco a poco hasta que, en el caso de algunos individuos, explotan de manera impredecible.

Ser asertivo no es lo mismo que ser agresivo o pasivo. Las personas que son agresivas tienden a ser demasiado enérgicas al comunicarse con los demás, mientras que quienes son pasivos tienden a ser sumisos. 

Sus necesidades subyacentes no se satisfacen, lo que les causa resentimiento y/o ira. Un individuo asertivo es capaz de expresar cómo se siente de forma directa y honesta sin lastimar o humillar a otros (como en la agresión) o sentirse lastimado o humillado (como en la conducta pasiva).

Al inicio, las sesiones de tratamiento deben ser psicoeducativas y permitir que el individuo entienda la diferencia entre la asertividad y la agresión. 

La asertividad implica defender derechos, al mismo tiempo que se mantiene la calma. Requiere actuar según lo que más convenga pero sin inducir la ira o la agresión en los demás. 

Tanto la asertividad como la agresión pueden implicar sentir enojo, pero ser asertivo requiere la habilidad de expresar la ira o la angustia sin lastimar o hacer enojar a los demás. 

Por ejemplo: alguien que es asertivo puede comunicar su enojo, pero sin amenazar a las otras personas o insultarlas o ser castigador y sarcástico. 

La forma de transmitir esto al individuo es por medio de alentarlo a que piense en el resultado que desea obtener y entender qué es lo que en realidad quiere conseguir en la interacción. 

Entonces, debe enseñársele la forma de conseguirlo usando los pasos esbozados anteriormente en la fórmula TDAH, esto es: decirle a la persona cómo se siente, qué quiere y el resultado. 

Esto debe expresarse con calma y afirmarse de forma factual y explicita. 

Entonces, pídale al individuo que determine el resultado de no hacer valer sus derechos. Esto significa que es poco probable que consiga lo que en realidad quiere y no logre el resultado deseado.

La forma de expresión es importante. Es necesario alentar a los individuos a que se expresen usando la primera persona, porque los mensajes con el pronombre “Yo” son asertivos y comunican sentimientos, por ejemplo: “Yo estoy muy enojado en este momento”. 

En cambio, los mensajes con el pronombre “Tú” tienen más posibilidades de ser considerados como agresivos y castigadores, por ejemplo: “Tú me haces enojar mucho”.

Es posible dramatizar el tono y la forma de expresión en las sesiones. 

El terapeuta también debe buscar oportunidades durante el tratamiento para reconocer y reforzar positivamente  áreas sensibles para ellos. 

PALABRAS FINALES 

Las habilidades de manejo de la ira exigen la destreza de identificar las señales iracundas dentro de un marco de TCC, así como despertar la consciencia de los antecedentes, conductas y consecuencias de ser irascible. 

Duarnte esta serie de 3 artículos,  también discutó la diferencia entre los insultos y la crítica, y presenta técnicas para enfrentar cada uno de ellos. 

Por último, vimos el tema de la asertividad, a diferencia de la agresión, se explora con estra tegias para aumentar la conducta asertiva. Es importante que el terapeuta esté al tanto de las experiencias previas causantes de ira con otros servicios que pudieran bloquear la alianza terapéutica.

Además, también es necesario que el terapeuta asegure su propia seguridad al abordar los temas que podrían despertar la ira del individuo.

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