“El problema de hacer jogging es que, cuando te das cuenta
de que no estás en forma para ello, ya es demasiado tarde para dar la vuelta”
FRANKLIN P. JONES
No necesitamos que se diga que el ejercicio es bueno.
Sabemos que combate el colesterol, sabemos que fortalece nuestros corazones y
sabemos que detiene la acumulación de grasa corporal.
Pero, más allá de los evidentes beneficios físicos de un
buen ciclo de correr o nadar, un creciente cuerpo de evidencia sugiere que mover
nuestro cuerpo también ayuda a modelar el cerebro. Incluso caminatas regulares
a paso acelerado pueden mejorar la memoria, aliviar el estrés, mejorar la
inteligencia y disipar la agresión.
No se puede subestimar la importancia que el ejercicio
regular en la mejora de la función y el rendimiento del cerebro.
Pruebas en ratones mostraron que el ejercicio activa un gen
que está vinculado a una sustancia química que participa en el desarrollo de
nuevas células nerviosas.
Muchas personas con síntomas de TDAH fueron poco reforzadas
a la práctica de la actividad física, por poco gratas experiencias en la
infancia y adolescencia.