El neurofeedback es un conjunto de técnicas en las que se
registra la actividad eléctrica cerebral de una persona y se le informa sobre
ella. Está muy relacionado con el biofeedback, en el que se registra
información de otros parámetros fisiológicos como el ritmo cardíaco.
Se piensa
que estas técnicas, permiten a la persona que recibe la información aprender,
por condicionamiento operante, a regular funciones sobre las que normalmente no
tenemos un control consciente.
El TDAH es un trastorno cada día más frecuente y llega a
diagnosticarse hasta en un 10% de los menores de 18 años. El tratamiento
habitual es mediante medicación, si bien el uso de otras terapias se está
extendiendo cada vez con más frecuencia.
El Neurofeedback está entre estas técnicas que permiten el
tratamiento de falta de atención con o sin hiperactivdad en niños, adolescentes y adultos.
Su práctica, según sus defensores, se ha demostrado científica y clínicamente y asegura
mejoras importantes como complemento o como alternativa, según los casos, al
uso de medicamentos o terapias más invasivas.
La Neurometría y el Neurofeedback permiten, cada una en su
caso, un completo diagnóstico individualizado y objetivo de las disfunciones de
la actividad cerebral y, a través de su práctica, una mejora mediante sesiones
divertidas y con un alto nivel de atracción por parte de los pacientes.
El Neurofeedback se aplica mediante sensores y electrodos
que se colocan en diferentes puntos externos del usuario, sin ningún tipo de
dolor ni molestia, registrándose a través de ellos la actividad cerebral.
Esta
se transmite al ordenador mediante un software que es capaz de interpretarla y
mostrarla para que el usuario pueda modificarla consiguiendo la actividad
cerebral deseada.
Diversos estudios han concluido que, en los niños con TDAH,
las ondas cerebrales son distintas que en los niños sin este trastorno. La
mayoría de los niños con TDAH tienen las ondas Beta (las que se ponen en
funcionamiento cuando estamos prestando atención) más bajas de lo habitual, y
las ondas Theta (activas en momentos de ensoñación) muy altas.
Esta nueva tecnología se basa en el estudio de la actividad
cerebral y en la forma en que las neuronas emiten distintos impulsos nerviosos
dependiendo de lo que está haciendo la persona.
La actividad neuronal es
recogida por unos sensores y transmitida a un ordenador donde el paciente puede
ver cómo es su actividad cerebral en tiempo real.
Por su parte, la Neurometría es la combinación de técnicas
electroencefalográficas que detectan si hay actividad espontánea o evocada. Con
ella es posible estudiar la función cerebral desde distintos aspectos como el
emocional, la memoria, el sensorial, etc.
La Neurometría está siendo muy
utilizada en niños con problemas de atención, aprendizaje y también para el
control de impulsos.
Permite, asimismo, desarrollar nuevas técnicas de abordaje
terapéutico, como el neurofeedback o la estimulación cerebral no invasiva.
Con su práctica se consigue que la actividad cerebral
mejore, se modifique y alcance el momento óptimo de actividad cerebral.
Lofthouse, de la Universidad Estatal de Ohio ha publicado en la revista Journal of Attention Disorders una revisión
sobre la utilidad del neurofeedback para el tratamiento del TDAH en niños y llegan a la conclusión de "probablemente eficaz" para niños TDAH. Uno
de los objetivos de este artículo es revisar la afirmación de Arns, Ridder,
Strehl, Beteler, y Coenen (2009) de que el neurofeedback se puede considerar un
tratamiento eficaz y específico para el TDAH.
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