Por ello compartimos con ustedes estos tips para que ordenar cada vez se vuelva más simple y fácil de realizar:
Una vez por mes tienes que recorrer la casa y juntar todo aquello que es para tirar, para dar, o que ya cumplió su ciclo con nosotros y sabemos que en realidad no le damos ningula utilidad, solo lo hacemos quitarnos espacio. Esto va desde bolsas de plástico, papeles, agendas viejas, ropa, muebles, etc. etc…) Clasificar todo lo que juntemos en reciclable y ahí decidir el fin que le vamos a dar a cada cosa.
Hacer este primer punto con periodicidad será la mejor forma de facilitar el resto del trabajo. No hay que esperar a que necesitemos un depósito para guardar las cosas que ya no se necesitan.
Soluciones de almacenamiento necesarias. Cuando no se tiene un sitio para una cosa o un grupo de cosas terminan por cualquier lugar de la casa. Por ello es importante que haya un lugar de “almacenamiento”.
Por ejemplo un lugar para que terminen las revistas y a donde se las pueda ir a buscar, un lugar para el correo que llega, y así para cada cosa que se suele dejar por doquier. Así todos los integrantes de la casa sabrán donde dejar o encontrar cada objeto.
Soluciones de almacenamiento eficaces. Es importante maximizar el espacio sin sobrecargarlo. Por eso se recomienda utilizar cajones y archivadores de CDs, en lugar de apilarlos en estantes. Al igual que que cajas bien preparadas y decoradas.
Recurrir la imaginación para encontrar modos de organizar las cosas de la manera más práctica (ahorrando espacio), acumulando lo menos posible en el área habitable, así será más fácil limpiar y encontrar todo.
Dedicar algunos minutos a limpiar y despejar zonas con regularidad. Esto significa que regularmente mientras escuchamos música, la televisión o preparamos la cena guardemos las cosas en los cajones, cajas, colguemos en los percheros, etc. Evitar que se acumules día tras día todas tiradas ú olvidadas.
Limpiar diariamente los lugares más frecuentados del hogar. Los espacios en los que pasamos más tiempo, deben ser las zonas más limpias y despejadas. Si lo arreglamos antes de ir a dormir, lo disfrutaremos en la mañana.
Se pueden repartir las tareas entre los distintos habitantes de la casa, de esta manera se creará conciencia para que no se ensucie tanto y se cuide más, desde los más chicos hasta los más grandes.
Diferenciar lo “necesario” con los “quiero y no puedo”. Por ejemplo, colocar todos los utensilios de cocina en una caja, una vez realizado este primer paso, ir pasándolos a un cajón o estante a medida que los vayamos utilizando. Después de un tiempo (un mes o dos), deshacernos de lo que continúe en la caja y comprobamos que no utilizamos. La idea es realizar los mismo pasos con todo: recipientes, juguetes, ropa, etc.
Revisar el contenido de armarios y vestíbulos cada estación. Antes de agregar nuevas prendas para la próxima temporada, seleccionar y tirar las que estén demasiado usadas y regalar o donar las que ya no vamos a usar, por cualquier motivo, pero que están aptas para que alguien más las use. Realizar la misma tarea con la mantelería, las toallas, etc.; que estén gastadas antes comprar otras nuevas. Y si están gastadas, a reciclar o donar.
Si nos quedamos sin espacio. Cuando nuestras soluciones de almacenamiento empiezan a sufrir el desborde, es hora de clasificar y tirar para no acumular. Acumular requiere de más espacio, así que cuando un cajón o estante empieza a estar muy lleno y ya no hay lugar es hora de filtrar. Y esto corre para todos los espacios de la casa.
Desarrollar nuevos hábitos. Si no podemos con la casa, es hora de desarrollar nuevos hábitos. Intentar dominar diariamente nuevas reglas de limpieza y organización. Una vez que la hayamos implementado con éxito con regularidad, elegir otra y sumarla a nuestra rutina.
Una buena forma es intentar mantener la pileta limpia todas las noches para mantener la motivación o limpiar la heladera 10 minutos al día, etc. Buscar nuevos métodos de gestionar el orden y la limpieza de nuestra casa e incentivar al resto de la familia a hacer lo mismo. Verán que la casa estará más ordenada a medida que los días pasen.
Juguemos a ordenar el clóset
Tips para padres e hijos
Para lograr que los chicos aprendan a ordenar ten a mano contenedores de boca ancha.
Organizar el clóset de los chicos y mantenerlo ordenado no tiene por qué ser algo tedioso. Entusiasma a los chicos y anímalos a participar en la tarea. Tienes tu imaginación y estos consejos a tu alcance.
Reúne los elementos necesarios
Antes de comenzar la tarea de organizar los armarios de los más pequeñitos, asegúrate de tener todos los elementos necesarios para guardar los juguetes y la ropa. En las tiendas encontrarás todo tipo de contenedores de diseños, tamaños y materiales diferentes.
Una vez que tengas todo dispuesto para ser llenado, recurre a tu imaginación para seducir a tus hijos. Recuerda que la primera regla, para evitar que los niños y adolescentes no esquiven el trabajo de ordenar, es no quejarse de la tarea que se está por emprender. Manifiesta en cada momento lo bueno y saludable que es el orden. Sobre todo, muéstrate alegre cuando te pongas de cabeza a organizar. De este modo lograrás que tus hijos se sientan atraídos y colaboren.
Los consejos de los expertos
Suzanne O'Connor, experta en compras de Big Lots Store y Stacy DeBroff, autora de "El Libro de Mamá" (The Mom Book), recomiendan seguir estos consejos.
* Prepara el armario para que tengan las cosas al alcance de su mano: si quieres que cuelguen la ropa, baja el barral de las perchas a su altura. Considera también añadir repisas extras más bajas.
* Consigue cestas grandes: los niños tiran los zapatos en vez de acomodarlos en una caja, lo mismo sucede con los juguetes.
* Usa las repisas superiores para las cosas que se usen ocasionalmente: ropa fuera de temporada, juguetes que no se usan y otros equipos.
* Los niños pequeños necesitan perchas pequeñas para su ropa. Las de plástico son las mejores. "Un niño de dos años se dará por vencido al tratar de colgar una prenda en una percha muy grande y ésta terminará en el piso", asegura O'Connor.
* Pon varios ganchos de cerámica dentro del armario para colgar batas, chaquetas, sombreros o suéteres.
* Coloca una cesta o bolsa par la ropa sucia en el armario. Esto anima a tu hijo a poner la ropa sucia donde corresponde.
* Los organizadores de cajones se llevan bien con los chicos. Pueden acomodar las medias y la ropa interior sin demasiada complicación.
* "No olvides de quitar cada temporada la ropa que ya no les queda, esto te evitará trabajo en el día a día", dice Stacy DeBroff.
Recuerda incluir a los niños en la tarea de revisar y decidir qué van a guardar, qué van a donar a las entidades de beneficencia y qué van a tirar a la basura. Por último, elogia a tus hijos por esforzarse en ser organizados y ordenados. De esta forma fomentarás el buen hábito del orden.
4 pasos para tener la casa limpia
Hay muchos limpiadores en el mercado hoy en día, pero la verdad es que si lo único que haces es usarlos y más nada, hay mucho sucio que no quitarás si no usas una aspiradora o dedicas más tiempo con métodos más comunes. Como todo, estoy segura que limpiar no te hace feliz ni algo que desees hacer.
Por todo esto te daré 4 pasos y cosas que debes hacer siempre como rutina e incorporarlo en tus planes para que tu casa se mantenga limpia siempre porque aunque nos fastidie limpiar, tampoco nos gusta el sucio. Después del salto leerás todo al respecto.
1-No esperes para limpiar todo en un solo día. No dejes que se acumule todo el sucio y polvo para limpiar en un silo día porque es demasiado, especialmente si te ocuparás de toda la casa. Quedarás con dolores en todos lados, con demasiado cansancio y posiblemente no limpiarás bien porque es demasiado trabajo. Puedes hacer un cuarto a la vez. Esta semana será la cocina, la próxima semana será la sala y así no te sientes con demasiadas cosas que hacer.
2-Ocúpate de las cosas cuando estén en frente. Por ejemplo, si tienes que lavar, no dejes que acumulen demasiada ropa y luego no dejes que toda la ropa ya seca se acumule en un montón sobre la cama o algún otro lugar causando otro centro para el polvo. Si se ensucia la cocina porque algo se botó, limpia, no lo dejes para después.
3-Usa envases para almacenar y espacios para esto, almacena solo lo necesario. Si tienes demasiadas cosas que no usas, regala eso a alguien que sí lo necesite, porque mientras más cosas tengas, más tendrás que almacenar, más espacio ocupará y será más lugar para el polvo y más difícil de mover a la hora de limpiar.
4-Quitar el polvo y pasar aspiradora cada dos días. Es una tarea simple. Es mucho mejor si decides echar una barrida, limpiar una repisa del polvo cada dos días, porque no hay casi acumulado porque limpiaste hace nada. Esto se parece a el paso 1, es para evitar la acumulación y la fatiga que causará el solo hecho de imaginarse todo lo que hay que hacer.
FUENTE
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http://www.atencion.org/servicios.htm