miércoles, febrero 02, 2011

Divergente y convergente


Para alcanzar objetivos auto diseñados necesitamos creatividad, y planificación.

Existen dos formas complementarias de pensamiento: el divergente y el convergente; el primero es el que caracteriza a un experto en contabilidad y planificación, y el segundo al artista ingenioso que asocia ideas de manera creativa. El primero es el que le permite a un guionista saber que el Empire State se encuentra  en Nueva York, y el segundo permite al guionista, el cómo hacer llegar desde una isla perdida un gorila gigante, a la punta del Empire State.

En muchas personas con síntomas de TDAH destaca el pensamiento divergente aunque esta cualidad es opacada, en la concepción del TDAH como un trastorno.  El despiste, la hiperactividad y la avidez de estímulos nuevos, suele ser lo remarcado en las personas con TDAH. Muchos TDAH son buscadores de sensaciones.

Quienes se dedican a la publicidad conocen el sabor de la palabra “nuevo”: se asocia a Juventud, originalidad, cambio, progreso, actualidad.

Forma parte de la naturaleza humana buscar y disfrutar lo nuevo, y si la avidez de estímulos se convierte en rutina, nuestra satisfacción personal empieza a depender de caprichosos factores externos. Algunos al borde del abismo se sienten al fin despiertos. La novedad seduce, promete intensidad y conviene graduarla para que no nos atrape en una escalada en la  que mientras más se tiene más falta.

Resulta difícil mantenerse en la cresta de la novedad.

Los hábitos son importantes, vendrían a ser como el ritmo base de una melodía que da orden y estabilidad y a partir del cual se puede improvisar. Según cómo y hacia donde dirijamos la atención, la experiencia y la percepción serán muy distintas.

¿No son casi todas las personas en el mundo, despistadas, a veces impulsivas y ávidas de novedad?

Primero, Lo que diferencia a una persona con síntomas de TDAH, de otra persona despistada, desorganizada y demasiado espontánea es la severidad, frecuencia y cronicidad de los síntomas, todo esto diagnosticado por un profesional competente. Segundo, no es raro que el TDAH parezca cubrir todas las posibilidades, porque en muchas dificultades psicológicas, como la depresión, la ansiedad, se ven comprometidas las funciones ejecutivas.

Las funciones ejecutivas están implicadas en la selección, mantenimiento y manipulación de la información durante la planificación y en el empleo de estrategias para la consecución de una meta. En orden a los objetivos perseguidos, los datos son reagrupados, etiquetados, asociados a otros y categorizados según las estrategias estimadas como más eficaces para esos fines (Lezak, 1995). De este modo, las funciones ejecutivas intervienen también en la memoria ya que permiten seleccionar el modo mejor de procesar la información para optimizar los rendimientos en las tareas mnésicas. Así, por ejemplo, se buscarán la estrategias más adecuadas para poder memorizar una lista de nombres. Las lesiones prefrontales se asocian a problemas de memoria, secundarios a dificultades en la recuperación de la información que pueden, en parte, resolverse cuando se les presenta una ayuda. Esto es lo que explica que, este tipo de personas, sean capaces de recordar una lista de nombres cuando tienen una señal significativa pero son incapaces de hacerlo en las tareas de recuerdo libre (Gershberg & Shimamura, 1995).



¿Qué son las funciones ejecutivas?

Las funciones ejecutivas son un set de procesos mentales, que funcionan como el director de orquesta en nuestras conductas dirigidas a metas. La función ejecutiva es un conjunto de habilidades mentales que permiten la anticipación y el establecimiento de metas, el diseño de planes y programas, el inicio de las actividades y de las operaciones mentales, la autorregulación y la monitorización de las tareas, la selección de los comportamientos, la flexibilidad en el trabajo, y su organización en el tiempo y el espacio. El período más grande de desarrollo de la función ejecutiva ocurre entre los 6 y los 8 años. Por lo general a los doce años, los niños ya tienen una organización cognoscitiva muy cercana a la que se observa en los adultos

Una de las estrategias, que las personas utilizamos para emprender conductas dirigidas a metas, es observar la tarea que ha de realizarse, imaginarse los resultados que deseamos, sentirse  bien, diciéndose internamente “será mejor que empiece”. Luego en el camino me doy instrucciones que me dirigen hacia concluir lo que quiero. Las funciones ejecutivas son el Set de procesos psicológicos que nos permiten hacernos una representación mental de nuestra tarea en curso, mantener este objetivo en la memoria, inhibir los estímulos que nos puedan distraer, y darnos auto-instrucciones, que guían nuestra conducta de manera secuencial, paso a paso, hacia su resolución.

Los individuos que logran mejores resultados son aquellos que mantienen una representación interna del resultado que desean obtener, y actúan constantemente con tal representación in mente. Ante la angustia, persisten en crear una representación favorable constante con el resultado deseado y actúan coherentemente con esa representación en la mente. Y es así que están en una condición mental ideal para alcanzar los resultados deseados. Es lo más cercano a la magia que podemos llegar.

Las funciones ejecutivas son el guía de este proceso, proceso que en las personas con déficit de atención funciona, por decirlo de alguna manera, de manera peculiar.

En personas, que tienen síntomas de déficit de atención/hiperactividad las funciones ejecutivas se ven alteradas: dificultad para hacer una representación mental del resultado de la tarea, dificultad para emprender la acción, dificultad para terminar la tarea, dificultad para desconectarse de la tarea y cambiar a otra tarea, facilidad para dejarse desviar por estímulos tanto externos, como internos, etc.





¿Por qué los TDAH son desordenados?

Para ordenar una habitación; necesitas medianamente poder representarte mentalmente la habitación ordenada, planificar un sistema de categorías, clasificar los distintos objetos en las categorías y envases correctos, colocar los envases en los lugares adecuados, y remover y eliminar lo que ya no sirve.

La película Memento, conseguía, al ser contada hacia atrás, que el espectador tuviera la misma sensación que el protagonista, la falta de memoria a corto plazo. Ambos desconocían el porqué de la situación actual porque no sabían nada del pasado inmediato.