lunes, abril 21, 2008

Apuntes breves sobre el levantarse por la mañanas

Salir de casa a la hora por las mañanas es una necesidad ineludible , pero mientras más tratamos de apresurar las cosas, más lentas nos resultan. Y esta no es sólo una premisa del tipo "ley de Murphy", sino que tiene una base psicológica que se apoya en el comprobado hecho de que nadie es capaz de funcionar bien en situaciones de demasiado estrés. Es más; mucha gente tiende a actuar más lento de lo normal como un mecanismo de defensa, para rehuir el encuentro con el problema.

Por eso, al decirnos "apúrate" o "vamos a llegar tarde", sólo se logra el efecto contrario y, al parecer, el único método efectivo para hacer que todo marche como queremos, es procurar un ambiente tranquilo por las mañanas.

Comenzar cada día con prisa, nerviosismo, regaños y malos ratos, a la larga se transforma en un negativo desgaste de energía. Si todas mañanas son un caos, lo primero es replantear la situación, conscientes de que queremos empezar cada día de nuestras vidas de una manera más alegre y tranquila. Entonces, el paso siguiente es ver en qué estamos fallando y cómo podemos optimizar nuestro tiempo para que nos alcance.

Al poner el plan en acción, debemos estar conscientes de nuestras posibilidades: si una hora no es suficiente para levantarnos, los niños, desayuno y arreglarnos nosotros mismos, está claro que es necesario levantarse más temprano, lo que implica un pequeño esfuerzo para cambiar los hábitos familiares.

Acomode sus horarios

Es fundamental dormir bien y despertar tranquilamente, los niños necesitan un poco más de tiempo que los adultos para pasar del estado de sueño al de vigilia. Despertar de un sobresalto predispone a estar desganados e irritables durante el día.

Al levantarse más temprano, no sólo se gana más tiempo para hacer las cosas, sino que también tranquilidad y armonía, que finalmente se traduce en una mejor relación familiar y un mejor desempeño en las actividades diarias.

Organice las rutinas

Que sus rutinas sean organizadas , por eso, hay que establecer un orden de la rutina a realizar por las mañanas, en lo posible, asignando tiempos, por ejemplo, primero ir al baño, tomar una breve ducha, vestirse, peinarse y tomar el desayuno. Una pauta a seguir.


Ponga también en práctica ese sabio y antiguo refrán que dice "no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy": Además de dejar preparada la ropa, el maletin, el móvil y las mochilas, puede hacer que los niños se bañen por la noche, dejar las colaciones listas en el refrigerador y la mesa puesta para el desayuno.