Correr y leer: la fórmula perfecta del TDAH según Will Smith
Will Smith dijo una vez, frente a un grupo de niños, que para tener éxito en la vida solo se necesitan dos cosas: correr y leer. Y detrás de esa frase sencilla se esconde una clave poderosa para quienes viven con TDAH.
Correr, porque en algún momento la vocecita en tu cabeza dirá: “para, no puedes más, estás agotado”. Y si aprendes a ignorarla, descubres que puedes ir más allá del límite aparente. Ese entrenamiento físico no solo fortalece el cuerpo: entrena la mente. Enseña resistencia, tolerancia a la frustración y capacidad de sostener el ritmo bajo presión.
Leer, porque no importa cuál sea tu problema: un conflicto con tus padres, bullying, frustraciones personales. Siempre hubo alguien antes que lo vivió, lo pensó, lo escribió. Leer te conecta con esa experiencia acumulada, te recuerda que no estás solo y te ofrece estrategias que quizá nunca habrías imaginado por ti mismo.
Ahora, ¿qué pasa si combinas estas dos prácticas en una sola experiencia?
La respuesta es correr mientras escuchas audiolibros.
Por qué es la fórmula perfecta para el TDAH
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Activación física y mental al mismo tiempo.
El ejercicio aeróbico activa neurotransmisores como la dopamina y la norepinefrina, los mismos que están implicados en el TDAH. Correr regula la atención. Y si al mismo tiempo escuchas un audiolibro, mantienes la mente enfocada en un flujo narrativo que evita la dispersión. -
El cuerpo calma la mente.
El movimiento repetitivo de correr genera ritmo. Y ese ritmo ayuda a sostener la atención en la historia que escuchas. Es como si el paso físico creara un metrónomo para tu concentración. -
Aprendizaje doble.
No solo entrenas el cuerpo para resistir a la vocecita interna. También alimentas tu mente con historias, ideas, soluciones. Te fortaleces por dentro y por fuera, al mismo tiempo. -
Aprovechas la hiperactividad.
Para alguien con TDAH, quedarse quieto con un libro en las manos puede ser difícil. Pero escuchar mientras corres convierte la energía en aliada. La inquietud física ya no interrumpe, sino que acompaña. -
Construyes hábitos sin fricción.
El cerebro con TDAH funciona mejor con combos que unen placer y desafío. Correr + audiolibro no es una obligación pesada, es una experiencia inmersiva: te mueves, aprendes y disfrutas.
Cómo empezar
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Elige libros que te atrapen. Historias con ritmo, biografías inspiradoras, ensayos claros. Si te aburren, perderás el foco.
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Define tiempos cortos. No empieces con una hora de corrida. Con 15 minutos basta para activar cuerpo y mente.
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Conecta emoción con acción. Escucha temas que resuenen con tus desafíos personales. Que te hablen a ti.
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Mantén la regularidad. La fórmula funciona mejor cuando se repite. Tres veces por semana pueden transformar tu energía y tu foco.
Correr y leer: un entrenamiento completo
Para alguien con TDAH, esta fórmula no es solo inspiradora, es científica. El ejercicio físico regula la química cerebral, y la lectura alimenta la mente con experiencias ajenas. Juntas, crean un circuito de activación y aprendizaje que permite superar límites y construir nuevas estrategias.
Will Smith tenía razón: correr y leer son la clave.
Y si corres mientras escuchas audiolibros, has encontrado la versión perfecta de esa fórmula.