La Belleza y la Atención Plena: Un Camino hacia la Plenitud en el Coaching para el TDAH
En su obra La clase de griego, la escritora Han Kang nos ofrece una reflexión profunda sobre la belleza, pero también sobre el desafío que supone reconocerla en nuestra vida cotidiana. En un mundo caracterizado por la prisa, la inmediatez y la constante dispersión, nos encontramos cada vez más alejados de la capacidad de detenernos y admirar lo que nos rodea. Esta reflexión cobra especial relevancia en el contexto del coaching para personas con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), un colectivo para el cual la dificultad para sostener la atención y centrarse en el presente es un desafío constante.
La protagonista de la novela se enfrenta a un dilema que no es ajeno a quienes viven con TDAH: el mundo, con sus múltiples estímulos, no siempre permite que nuestra atención se dirija hacia lo que realmente importa. En palabras de Kang, estamos atrapados en un ciclo de "prisa, impaciencia e inmediatez", factores que dificultan nuestra capacidad para percibir la belleza de lo cotidiano. Esta afirmación refleja, con precisión, una de las principales dificultades que enfrentan quienes padecen el trastorno, para quienes la atención es un recurso escaso y fugaz, constantemente arrastrado por fuerzas externas e internas.
La Belleza como Desafío y Meta en el TDAH
El fragmento de La clase de griego que menciona la polisemia de la palabra griega χαλεπὰ τὰ καλά (Jalepa ta kala), que se traduce como "la belleza es bella, difícil y noble", plantea una concepción de la belleza que va más allá de lo superficial. La belleza no es solo un atributo de los objetos, sino una experiencia compleja que exige esfuerzo, reflexión y disposición. Esta interpretación nos invita a pensar en cómo, en el caso de las personas con TDAH, el proceso de encontrar belleza y significado en la vida puede requerir un trabajo intencional, una actitud de apertura y una disposición para ser conscientes de lo que realmente importa.
En el coaching para el TDAH, esta concepción de la belleza puede ser vinculada a la práctica de la atención plena (mindfulness), que implica entrenar la mente para estar presente en el momento sin juicios ni distracciones. Este proceso no es fácil ni inmediato; requiere tiempo, paciencia y un esfuerzo consciente, como el que sugiere Han Kang cuando habla de la belleza como algo "difícil". Al igual que el protagonista de la novela, las personas con TDAH deben aprender a transitar hacia una mayor atención y concentración, entendiendo que, como en la belleza, el esfuerzo y la dedicación son necesarios para lograr una experiencia plena de la vida.
La Belleza del Mundo: De la Percepción a la Transformación
Una de las pasajes más reveladores de la novela es cuando el protagonista se enfrenta a la transformación de su entorno y observa cómo los cambios en su percepción de la realidad le permiten experimentar algo más profundo. En su regreso al templo, se da cuenta de que lo que antes le parecía una simple belleza visual, ahora adquiere una dimensión espiritual más profunda. Este proceso de transformación en la percepción es clave en el coaching para el TDAH, donde se trabaja con los individuos para que reconozcan los cambios internos que deben hacer para experimentar una vida más plena y significativa.
La belleza, en este sentido, no es solo una cualidad de los objetos, sino una experiencia interna, un "habitar la vida" con una disposición abierta y receptiva. Esta idea resuena con el concepto de autoobservación, una habilidad que el coaching busca fomentar en las personas con TDAH para que puedan reconocer los patrones de su atención y comenzar a redirigirla de manera más efectiva. La belleza del mundo, entonces, se convierte en una metáfora de la capacidad de una persona para cambiar su relación con su propia mente, cultivando una mayor conciencia de sí misma y del entorno.
Platón y la Belleza del Ser: El Camino hacia la Atención Plena
Al final de la novela, Han Kang introduce una referencia a Platón, quien distingue entre la belleza que se percibe en los objetos y la belleza en sí misma, que es más una forma de ser, una disposición hacia la vida. Esta última es la belleza a la que los antiguos griegos aspiraban: una belleza que no es solo un atributo del mundo, sino una manifestación del ser interior. Este concepto se alinea perfectamente con los principios del coaching para el TDAH, donde el objetivo no es solo mejorar la capacidad de concentración, sino también cultivar una disposición hacia la vida más plena, una forma de ser que permita experimentar la belleza y el sentido en cada momento.
En este contexto, el coaching no solo busca la mejora de las habilidades cognitivas, sino también la transformación de la relación con el entorno y con uno mismo. De manera similar a cómo Platón vinculaba la belleza con la virtud y la sabiduría, el coaching para el TDAH puede ayudar a las personas a descubrir su propio "camino hacia la belleza", entendida no solo como una cualidad externa, sino como una experiencia interna de autocomprensión y crecimiento.
Conclusión
El concepto de belleza en La clase de griego de Han Kang ofrece una profunda lección sobre la importancia de la atención, la reflexión y la disposición para experimentar lo que realmente importa en la vida. Para las personas con TDAH, el desafío es grande, pero no insuperable. A través del coaching, es posible desarrollar una mirada más atenta y consciente, aprendiendo a descubrir lo bello en medio del caos. La belleza, como la atención, es difícil, pero es a través de ese esfuerzo y trabajo que podemos transformar nuestra experiencia de la vida, encontrando en cada momento una oportunidad para habitar la realidad con mayor profundidad y significado.
Abril de 2025