miércoles, febrero 12, 2025

**Agilidad Emocional**  
*Susan David*  

**Agilidad Emocional**  
Libérate del estancamiento, abraza el cambio y prospera en el trabajo y la vida.  
"No soy lo suficientemente bueno". "Si tan solo fuera un mejor compañero."  
"No seré capaz de manejar esa presentación mañana." ¿Te suenan familiares estos pensamientos? Probablemente sí. Lamentablemente, nuestra voz interior suele sonar como la de un sargento que solo se dedica a hacer juicios severos y crear un torbellino de emociones negativas.  
En estos resúmenes, aprenderás a ver estas palabras autocríticas por lo que realmente son: distorsiones. Te presentaremos maneras de liberarte de los patrones no útiles y de las emociones negativas que genera las historias distorsionadas que tu mente crea. Y aprenderás que ser ágil emocionalmente significa lidiar con tus emociones a medida que surgen, una habilidad que seguramente beneficiará tus relaciones y tu trabajo, sin mencionar tu relación contigo mismo.

**Resumen 1. El cerebro humano puede crear historias distorsionadas basadas en la experiencia vivida.**  
Se sabe desde hace mucho que las grandes películas necesitan un gran gancho, un dispositivo sencillo que motive a los personajes y ponga en marcha la historia. Pero los "ganchos" existen fuera del cine también.  
De hecho, a menudo nos enganchamos a la historia de nuestra propia vida de la misma manera. De un momento a otro, nuestros cerebros intentan constantemente dar sentido a nuestras experiencias y convertirlas en una historia coherente sobre nuestras vidas. Crean relatos a partir de miles de millones de fragmentos de información sensorial. Por ejemplo, la historia básica de la autora es algo como esto: "Estoy despertando y saliendo de la cama. La pequeña persona que salta hacia mí es mi hija. Crecí en Johannesburgo, pero actualmente vivo en Nueva York. Hoy debo levantarme porque soy trabajadora social". Mientras las cosas sean simples y positivas, no es complicado. Pero la construcción de historias a menudo sale mal.  
El problema es que las historias que nuestra mente fabrica rara vez son precisas. En cambio, distorsionan la realidad, a menudo de manera negativa. Y eso no es bueno porque la mala representación produce emociones negativas.  
Por ejemplo, digamos que tus padres se separaron poco después de tu nacimiento. Podrías culparte por su divorcio, aunque seas completamente inocente. O podrías pensar que siempre serás no querido porque fuiste un niño tímido e introvertido en una familia de extrovertidos. Este tipo de distorsiones ocurren todos los días, y los resultados pueden ser perjudiciales.  
Imagina que estás en desacuerdo con tu jefe, pero en lugar de abordar el problema directamente, el evento nubla negativamente tu pensamiento, y entonces llegas a casa y le gritas a tu pareja porque olvidó poner el lavavajillas.  
Gracias a la distorsión, no solo no resolviste el conflicto con tu jefe, sino que también alteraste a tu pareja.  
En resumen, rara vez vemos nuestras vidas como realmente son. En cambio, tejemos historias distorsionadas que nos hacen emocionalmente infelices. La agilidad emocional es la capacidad de dar un paso atrás de las emociones y averiguar qué necesita cambiar. Entonces, ¿cómo podemos comenzar a desenredar este lío?

**Resumen 2. Fingir que somos felices no nos lleva a ninguna parte, y las emociones negativas pueden tener un lado positivo.**  
¿Alguna vez te molestan las personas implacablemente alegres que ven el mundo a través de gafas color de rosa? Seguramente no puede ser saludable para ellas seguir sonriendo a través de rupturas y duelos, ¿verdad?  
La verdad simple es que no lo es. El optimismo forzado no sirve de nada, y evitar las emociones negativas forzando una sonrisa y pensando positivamente, aunque sea una estrategia común, tiende a hacer más daño que bien.  
Investigadores de la Universidad de California en Berkeley confirmaron esto hace unos años cuando inspeccionaron las fotografías de clase de Mills College, una institución privada femenina. Algunas mujeres sonreían genuinamente, mientras que otras lo hacían de forma forzada. Es posible detectar la diferencia. Las sonrisas genuinas activan los músculos orbiculares de los ojos y los músculos cigomáticos mayores de la boca, pero las sonrisas falsas solo involucran la boca.  
Cuando los investigadores localizaron a las compañeras 30 años después, descubrieron que las que sonreían genuinamente tenían vidas más felices en cuanto a matrimonios, bienestar y carreras. Estaba claro: sonreír y soportarlo no es una forma constructiva de lidiar con las emociones negativas.  
Parece contradictorio, pero otra razón para no suprimir las emociones negativas es que en realidad pueden ser muy beneficiosas.  
Aquí hay un ejemplo. Uno de los clientes de la autora pensaba que tenía un problema de ira. Pero con la ayuda de la autora, se dio cuenta de que estaba lidiando con demandas y expectativas poco razonables de su esposa. Su respuesta parecía más apropiada dada la situación. Así que se dedicó a observar y reconocer sus emociones, lo que le ayudó a establecer límites y a tener una comunicación más clara con su esposa. Este trabajo duro mejoró gradualmente el matrimonio.  
Claramente, enfrentar las emociones es mejor que reprimirlas. Pero, ¿cuál es la mejor manera de lograrlo?

**Resumen 3. Comienza a presentarte a tus emociones usando la autocompasión.**  
Muchos de nosotros imaginamos nuestras emociones, especialmente las dolorosas, como una especie de monstruo de muchas cabezas que está buscando atraparnos. Cuando te enfrentas a tal bestia, instintivamente querrías escapar lo más rápido posible.  
Pero de hecho, es mucho mejor mantener tu postura y enfrentarte al monstruo. Esta es la primera etapa para lidiar con tus emociones: aparecer. Pero, ¿cómo hacerlo? Bueno, la experiencia muestra que la autocompasión es la mejor manera de tratar con las emociones dolorosas. El camino hacia la autocompasión no siempre es fácil de seguir, pero vale la pena recorrerlo. Y comienza reconociendo y escuchando tus emociones.  
Aquí hay un ejercicio que te ayudará a empezar. Imagina a ti mismo como el niño que una vez fuiste; visualiza las circunstancias de vida y las dificultades que tuviste. ¿Puedes sentir compasión por ese niño? En tu mente, abraza y consuela a ese niño imaginado. El paso clave es darte cuenta de que el adulto que eres también necesita ser consolado como el niño que fuiste. De hecho, mostrarte compasión es esencial cuando lidias con emociones dolorosas.  
En 2012, el psicólogo David Sparra hizo un estudio de personas divorciadas. Descubrió que los participantes que expresaban autocompasión se recuperaban más rápido del divorcio que aquellos que recurrían a la autocrítica o la culpa.  
Hay una estrategia para la autocompasión. Implica tener una visión amplia de ti mismo, aceptar quién eres y ver todo, incluidas todas tus imperfecciones, con compasión. La psicóloga Dr. Kristen Neff realizó un examen serio de la autocompasión en 2007 al pedir a los sujetos que se presentaran en entrevistas simuladas. Los resultados fueron evidentes.  
Los entrevistados autocompasivos hablaron abiertamente sobre sus debilidades sin disminuir su confianza en sí mismos. Por otro lado, los menos autocompasivos intentaron minimizar sus debilidades, pero solo lograron perder confianza en sí mismos.  
La autocompasión, entonces, ayuda a lidiar con las emociones negativas. Pero no siempre es fácil sentirla, especialmente cuando estamos abrumados por las emociones. Entonces, veamos cómo distanciarnos del torbellino de emociones.

**Resumen 4. Puedes salir de las emociones destructivas practicando la atención plena (mindfulness).**  
¿Hay algo que te está molestando? Sabes, algo que realmente te está fastidiando.  
Clásicamente, las personas tienden a encontrar los problemas profesionales o de relación los más problemáticos. Así que, para lidiar con tales situaciones, elige un objeto, como una silla o una almohada, y deja que actúe como representante de tu problema. Ahora grítale. Grita todo lo que sientes.  
Es un ejercicio divertido, pero también útil, ya que te permite salir de tu problema al externalizar tus sentimientos, lo que te permitirá verlo desde una nueva perspectiva externa. Una vez que hayas hecho esto, te resultará más fácil pensar con calma sobre las emociones destructivas que pudieron haber dado origen al problema.  
En una ocasión, la autora estaba furiosa con un agente de un centro de atención telefónica. La compañía telefónica seguía enviando facturas incorrectas. Después de un momento, sin embargo, logró calmarse y vio su reacción emocional por lo que era: una ira ciega dirigida a la persona equivocada. Después de disculparse, pudo trabajar junto con el agente para resolver el problema de facturación.  
La creación de espacio entre las emociones y uno mismo te hará una mejor persona.  
Hay una estrategia para hacer esto. Se llama mindfulness, y te permite observar tus emociones y tu entorno con calma. La práctica se basa en la ciencia.  
En 2011, psicólogos de Harvard hicieron escáneres cerebrales a personas antes y después de que pasaran por entrenamiento de mindfulness. La comparación mostró que las áreas del cerebro responsables del estrés, la memoria, la empatía y la identidad habían sido alteradas positivamente

.  
Entonces, ya sea para resolver problemas o sentir más felicidad, la atención plena puede ser la herramienta que necesitas para liberarte de tus emociones.