domingo, junio 25, 2023

La ecuación de la procrastinación de Piers Steel: Una mirada profunda al TDAH en adultos

La ecuación de la procrastinación de Piers Steel: Una mirada profunda al TDAH en adultos

Procrastinación

 

Introducción

En la era digital en la que vivimos, la procrastinación se ha convertido en un problema cada vez más común entre los adultos. Ya sea que estemos enfrentando tareas laborales o personales, la tendencia a postergar puede afectar negativamente nuestra productividad y bienestar. Para comprender mejor este fenómeno, el Dr. Piers Steel, reconocido psicólogo de la Universidad de Calgary, ha desarrollado la famosa "Ecuación de la procrastinación". En este artículo, exploraremos en detalle esta ecuación y su relevancia en el contexto del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en adultos.

 

¿Qué es la procrastinación?

Antes de sumergirnos en la ecuación de la procrastinación, es importante comprender qué es realmente la procrastinación. En pocas palabras, la procrastinación se refiere al acto de posponer o retrasar voluntariamente una tarea que se debe realizar, optando por realizar actividades menos importantes o incluso evitando por completo la tarea en cuestión. Aunque todos procrastinamos en ciertas ocasiones, la procrastinación crónica puede convertirse en un problema que afecta la calidad de vida y el rendimiento de las personas.

 

La ecuación de la procrastinación

La ecuación de la procrastinación, desarrollada por el Dr. Piers Steel, es una fórmula que busca explicar los factores que influyen en la procrastinación. La ecuación es la siguiente:


Motivación = (Expectativa * Valor) / (Impulsividad * Retraso)

Expectativa: La expectativa se refiere a nuestra estimación de cuán probable es que tengamos éxito en la tarea. Cuanto mayor sea nuestra confianza en nuestra habilidad para completar la tarea, mayor será la expectativa.

 

Valor: El valor representa la importancia o la recompensa que asociamos con la tarea. Si percibimos que la tarea es valiosa o gratificante, estaremos más motivados para completarla.

 

Impulsividad: La impulsividad es la tendencia a tomar decisiones impulsivas sin considerar las consecuencias a largo plazo. Cuanto menor sea nuestra impulsividad, más fácil será evitar la procrastinación.

 

Retraso: El retraso es el tiempo que tenemos hasta el plazo de vencimiento de la tarea. A medida que se acerca el plazo, la presión aumenta y la tendencia a procrastinar puede incrementarse.

 

TDAH en adultos y su relación con la procrastinación

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neuropsiquiátrico común que afecta tanto a niños como a adultos. Si bien se ha asociado tradicionalmente con la infancia, se ha reconocido cada vez más la presencia del TDAH en adultos. Las características principales del TDAH incluyen dificultades para prestar atención, hiperactividad e impulsividad.

 

En el contexto de la procrastinación, las personas con TDAH pueden enfrentar desafíos adicionales. La procrastinación crónica puede ser más común en adultos con TDAH debido a los siguientes factores:

 

Dificultades para mantener la atención: Las personas con TDAH a menudo tienen dificultades para mantener la concentración en una tarea específica. Esto puede llevar a interrupciones frecuentes y distracciones, lo que dificulta el progreso en la tarea y aumenta la probabilidad de procrastinación.

 

Impulsividad: La impulsividad es una característica central del TDAH. Las personas con TDAH pueden tener dificultades para controlar sus impulsos y tomar decisiones a largo plazo. Esto puede llevar a tomar decisiones inmediatas que satisfacen necesidades inmediatas, como realizar actividades más placenteras en lugar de abordar tareas importantes y urgentes.

 

Dificultades para estimar el tiempo: Muchas personas con TDAH experimentan dificultades para estimar con precisión el tiempo necesario para completar una tarea. Esto puede llevar a una subestimación del tiempo requerido y, como resultado, a una planificación deficiente. La falta de una planificación adecuada puede aumentar la probabilidad de procrastinar y dejar las tareas para el último momento.

 

Baja tolerancia a la frustración: Las personas con TDAH a menudo tienen una baja tolerancia a la frustración. Si una tarea se vuelve abrumadora o desafiante, pueden sentirse rápidamente frustradas y buscar distracciones o evadir la tarea por completo. Esta falta de tolerancia a la frustración puede contribuir a la procrastinación crónica.

 

Problemas de autorregulación emocional: Las dificultades en la autorregulación emocional son comunes en el TDAH. Las emociones negativas como el aburrimiento, la ansiedad o el estrés pueden desencadenar la procrastinación como una forma de evitar o escapar de estas emociones desagradables. La procrastinación puede proporcionar un alivio temporal, pero a largo plazo puede generar más estrés y ansiedad debido a la acumulación de tareas pendientes.

 

Es importante tener en cuenta que la procrastinación no es exclusiva de las personas con TDAH, y no todas las personas con TDAH experimentarán problemas significativos de procrastinación. Sin embargo, comprender la relación entre el TDAH y la procrastinación puede ser útil para desarrollar estrategias de manejo y superar los desafíos asociados.

 

Estrategias para manejar la procrastinación en adultos con TDAH

Si eres un adulto con TDAH y luchas con la procrastinación, aquí hay algunas estrategias que pueden ayudarte a mejorar tu productividad y superar los desafíos:

 

Establece metas claras y realistas: Divide las tareas grandes en pasos más pequeños y manejables. Establece metas específicas y realistas para cada paso y celebra tus logros a medida que los completes.

 

Utiliza técnicas de manejo del tiempo: Explora técnicas de manejo del tiempo, como la técnica Pomodoro, que consiste en trabajar en bloques de tiempo concentrados seguidos de breves descansos. Establecer límites de tiempo puede ayudarte a mantenerte enfocado y evitar la procrastinación.

 

Elimina las distracciones: Identifica y elimina las distracciones que puedan tentarte a procrastinar.

Algunas medidas que puedes tomar incluyen apagar las notificaciones del teléfono, bloquear sitios web o aplicaciones no relacionadas con la tarea en cuestión, y crear un entorno de trabajo tranquilo y libre de distracciones.

 

Utiliza técnicas de organización: Mantén un calendario o una lista de tareas actualizada para tener una visión clara de tus responsabilidades y plazos. Prioriza las tareas según su importancia y urgencia, y asigna tiempo específico para trabajar en ellas.

 

Busca apoyo y accountability: Considera buscar apoyo de familiares, amigos o colegas que puedan ayudarte a mantenerte responsable y motivado. Comparte tus metas y avances con ellos, y considera unirte a grupos de estudio o trabajo donde puedas establecer metas conjuntas y mantener la motivación mutua.

 

Practica técnicas de autorregulación emocional: Aprende técnicas de relajación y manejo del estrés que te ayuden a manejar las emociones negativas que pueden desencadenar la procrastinación. Esto puede incluir la práctica de la respiración profunda, la meditación, el ejercicio regular y la búsqueda de actividades que te brinden satisfacción y reduzcan el estrés.

 

Considera la terapia cognitivo-conductual (TCC): La terapia cognitivo-conductual puede ser beneficiosa para abordar tanto el TDAH como la procrastinación crónica. Un terapeuta especializado puede ayudarte a identificar patrones de pensamiento negativos y desarrollar estrategias para cambiarlos, así como también proporcionarte herramientas específicas para manejar el TDAH y la procrastinación.

 

Recuerda que superar la procrastinación lleva tiempo y esfuerzo. No te desanimes si experimentas retrocesos ocasionales. Lo importante es perseverar y mantener una mentalidad positiva mientras implementas estas estrategias en tu vida diaria.

 

Conclusión

La ecuación de la procrastinación de Piers Steel ofrece una visión interesante sobre los factores que influyen en nuestra motivación y propensión a procrastinar. En el caso de los adultos con TDAH, la procrastinación puede presentar desafíos adicionales debido a las características propias del trastorno. Sin embargo, con estrategias adecuadas de manejo del tiempo, organización, autorregulación emocional y apoyo, es posible superar la procrastinación y mejorar la productividad.

 

Si te encuentras luchando con la procrastinación y el TDAH, no dudes en buscar la ayuda de profesionales de la salud mental. Ellos pueden brindarte un enfoque personalizado y efectivo para manejar estas dificultades y alcanzar tus metas de manera más eficiente.

 

Recuerda, la procrastinación no define quién eres, y tienes el poder de tomar medidas para controlarla y lograr el éxito en tus tareas y proyectos. ¡Adelante, toma acción y desafía la procrastinación en tu vida!


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