Solución de problemas y déficit de atención en jóvenes y adultos TDAH
- Aprender a utilizar la resolución de problemas para superar las dificultades para finalizar las tareas o la selección de una solución.
- Aprender a desglosar una tarea larga en pasos más manejables.
- Identificar
dificultades utilizando esta técnica.
Tomar decisiones y resolver problemas
Todos de vez en cuando nos encontramos con
problemas que nos superan. No encontramos una solución y esto nos genera
preocupación y estrés. A menudo postergamos los problemas, lo que fácilmente
nos genera una sensación de ser ineficientes o incluso incompetentes. La
resolución de problemas es una técnica que te puede ayudar a solucionar tus
problemas y a tomar decisiones.
Existen algunas reglas fundamentales cuando trabajamos con la resolución de problemas aunque éstas pueden parecer evidentes, es importante destacar:
Existen algunas reglas fundamentales cuando trabajamos con la resolución de problemas aunque éstas pueden parecer evidentes, es importante destacar:
1. Trabajar
con un problema a la vez.
2. Destinar
tiempo suficiente para solucionar el problema: es necesario para que todo salga
bien.
3. Tomarlo
con calma. A veces nos puede parecer que el problema ”crece” y se vuelve más
complejo y extenso a medida que trabajamos con él. Todo está como debe estar, y
a menudo es recién en la última fase que se puede comenzar a ver la luz al
final del túnel.
Paso 1: Haz una lista de problemas
La
resolución de problemas por supuesto requiere de un problema. Por ello,
comienza por agregar varios problemas y luego escoger uno para trabajarlo. Por
motivos técnicos de entrenamiento, puede ser prudente comenzar con un problema
relativamente simple, para hacerte una idea de cómo funciona.
Incluso en esta etapa puede ser prudente preguntarse si es un problema posible de solucionar. Por ejemplo, la preocupación por el futuro u otras cosas que no puedes controlar, no son solucionables con este método. En términos generales podríamos decir que un problema debe ser lo más concreto y claro posible.
Paso 2: Escoge un problema a trabajar
Paso 3: Definir el problema
El tercer paso es definir, es decir, dilucidar cuál es el
problema. Esto implica que harás un esfuerzo por comprender realmente el
problema y verlo de la manera más clara y objetiva posible, en todas sus
partes. Puedes utilizar las preguntas de ayuda que aparecen más abajo.
Preguntas de apoyo
·
¿CUÁL es el problema de modo más preciso?
·
¿CUÁNDO es un problema?
·
¿CÓMO / DE QUÉ MODO es un problema?
·
¿POR QUÉ es un problema?
·
¿CON QUIÉN* es un problema?
·
¿QUÉ APORTA MI ACTITUD al problema?
·
¿Es un problema SOLUCIONABLE?
·
¿El problema está compuesto de VARIAS PARTES?
* Definir ”CON QUIÉN” se tiene un problema puede resultar un poco
engañoso y nos puede tentar a concentrarnos en quién tiene la culpa de éste.
Suele convertirse en un callejón sin salida y en un obstáculo para encontrar
una solución que funcione.
Paso
4: Elaborar propuestas de solución
Técnicas propuestas:
1. Lluvia de ideas
Instrucciones
1.
Anota rápidamente todas las propuestas que vayan
surgiendo: tontas,
banales, incomprensibles, fáciles, difíciles… mientras más, mejor.
banales, incomprensibles, fáciles, difíciles… mientras más, mejor.
2. ¡No censures nada! Aplaude y celebra todo lo que surja. ¡Diviértete!
3. Recién cuando estés completamente vacío/a de ideas, puedes detenerte a despejar propuestas de la lista. Marca aquellas que quieres conservar.
4.
Dirígete nuevamente a la lista de soluciones y ajústala tal como la quieres.
Preguntas de ayuda:
·
¿Qué haría otra persona?
·
¿Qué haría yo si estuviese tranquilo/a?
·
¿Si no me importara la opinión de los demás?
·
¿Qué es lo más importante en la vida para mí?
·
¿Se puede hacer lo contrario?
2. Ejercicio de Sabotaje
¡Sabotea más!
Otro método muy efectivo para encontrar soluciones es pensar al revés de lo que solemos.
En la práctica significa que anotas todo lo que se te ocurre que empeora el problema. De esta forma, a menudo se pueden encontrar puntos de vista completamente nuevos respecto de qué ha causado el problema y qué lo puede afectar de forma positiva.
En la práctica significa que anotas todo lo que se te ocurre que empeora el problema. De esta forma, a menudo se pueden encontrar puntos de vista completamente nuevos respecto de qué ha causado el problema y qué lo puede afectar de forma positiva.
Paso 5: Anota los criterios importantes y el nivel de importancia de cada criterio de 1
a 5.
¿Qué tan bien satisfacen las
propuestas tus necesidades?
Si te sientes inseguro/a con tus propuestas de solución, puede
ayudar el evaluar las propuestas. Comienza estableciendo criterios para una
buena solución. ¿Qué es absolutamente necesario, qué es importante y qué es
deseable pero menos importante?
Dato: Ten siempre en cuenta las ”corazonadas” como criterio.
Dato: Ten siempre en cuenta las ”corazonadas” como criterio.
Paso 6: Evalúa las propuestas
El próximo paso es evaluar en qué grado las diferentes propuestas
satisfacen los criterios que has establecido.
Revisa una propuesta a la vez e indica qué tan bien ésta satisface cada criterio de 1 a 5.
Revisa una propuesta a la vez e indica qué tan bien ésta satisface cada criterio de 1 a 5.
Paso 7: Despeja las propuestas y toma decisiones
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A continuación podrás ver tus propuestas y qué tan bien cumplen
con tus criterios. Revisa la lista y elimina
las propuestas que no se sientan adecuadas para ti. Si las
propuestas no son suficientes para tomar una decisión, regresa a mirar las
alternativas para elaborar más propuestas.
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Paso 9: Establece un plan de acción
El siguiente paso es planificar cuándo (y quizás también cómo, con
quién y de qué modo) harás lo que has decidido. Sigue el plan y luego revísalo
para evaluar cómo ha funcionado, ajustando lo que no ha funcionado. Para
facilitar el cumplimento de la propuesta elegida puede ser necesario dividirlo
en metas parciales.
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