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TDAH en la pareja: 10 estrategias para vencer obstáculos
comunes
Publicado el 17 febrero 2013 de Dra Elena Díaz de Guereñu
margarita tartaklovsky
Escrito por MARGARITA TARTAKOVSKY, M.S.
Traducido y adaptado por la Dra. Elena Díaz de Guereñu
Texto original en inglés
Vivir con una persona que tiene Déficit de Atención con
Hiperactividad (TDAH) puede suponer ciertos problemas.
“Aunque hay aspectos positivos en una relación con alguien
con TDAH, también hay asuntos que pueden plantear problemas”, dice Roberto
Olivardia, psicólogo clínico y monitor clínico en el Departamento de Psiquiatría
de la Harvard Medical School.
Por ejemplo, gestionar la casa puede ser una fuente de
tensiones entre ambos cónyuges. “El esquema típico es que el cónyuge sin TDAH
acabe asumiendo cada vez más carga de trabajo, mientras que el que tiene TDAH
se siente cada vez más criticado y ve que no es capaz de hacer nada bien”,
sostiene Ari Tuckman, psicólogo y autor de “More Attention, Less Deficit: Successful
Strategies for Adults with ADHD” y “Understand your brain, get more done” (no editados en castellano).
El cónyuge sin TDAH tiende a malinterpretar la conducta de
su pareja. Esto puede llevar a pautas de conducta más problemáticas. Como dice
Tuckman, cuando el cónyuge con TDAH se olvida de comprar la leche por enésima
vez, esto se convierte en “Lo que pasa es que no ha querido.” “Cuando creemos
que hace estas cosas adrede, tendemos a reaccionar con ira, lo que pone a la
otra persona a la defensiva, y puede que entonces sí empiece a hacerlas adrede”.
Del mismo modo, cuando el cónyuge con TDAH se distrae
durante una conversación, el otro puede pensar que realmente no quiere
prestarle atención, lo que le hace sentirse ignorado o menospreciado, dice
Olivardia.
Crear intimidad puede suponer otro reto, ya que requiere que
ambos cónyuges estén en la situación, añade. “Te puede parecer que [tu pareja
con TDAH] está en cualquier lugar, menos aquí.”
En otras palabras, ciertas acciones y circunstancias “se
pierden en la traducción”, minando vuestra relación.
Afortunadamente, existen estrategias para superar este tipo
de retos. A continuación, Olivardia y Tuckman ofrecen 10 sugerencias.
1. Aprended acerca del TDAH
Es importante que ambos cónyuges os informéis sobre el TDAH.
Algunas cosas que crees que tu pareja hace adrede son a menudo síntomas de su
trastorno. Aprender sobre el trastorno puede evitar que lleguéis a conclusiones
erróneas.
Para el cónyuge con TDAH, este aprendizaje abre una ventana
a miles de estrategias eficaces para controlar síntomas como la distracción y
la impulsividad. (También es importante que te asegures de estar recibiendo el
tratamiento adecuado.)
2. Aprende sobre tu pareja
Según Tuckman, debes preguntarte ¿Qué situaciones maneja
bien y qué situaciones le cuesta controlar? Por ejemplo, si quiere que se le
recuerde algo, ¿cuál es la mejor manera de hacerlo?
3. No critiques el carácter de tu pareja.
El cónyuge sin TDAH puede llamar al otro “perezoso,
desconsiderado, egocéntrico o inmaduro”, dice Olivardia. Una vez más, aprender
sobre el TDAH ayudará a entender mejor cómo funciona éste. Lo que parece
pereza, por ejemplo, es en realidad una limitación en las funciones ejecutivas,
que afecta a la capacidad de una persona para iniciar y completar una tarea (de
cualquier tipo, desde organizarse a mantener la atención).
4. Participa en el tratamiento
Suele ser muy útil para el cónyuge sin TDAH participar en el
tratamiento de su pareja. “Pueden, por ejemplo, aportar sus observaciones para
ayudar al médico a ajustar la medicación, o acudir juntos a terapia, para
conseguir satisfacer las necesidades de ambos”, dice Tuckman.
5. Replantea las conversaciones
“Anima al cónyuge con TDAH a ser consciente de sus rasgos y
cómo algunos de ellos pueden afectar a vuestra relación”, dice Olivardia. Por
ejemplo, al hablar con tu pareja, plantéale cada síntoma de TDAH con un lado
positivo y otro negativo.
Olivardia pone este ejemplo: “Tu necesidad de estímulos
tiene sus ventajas, pues encuentras los sitios más divertidos cuando salimos. Sin
embargo, esa misma necesidad de estímulos te quita concentración cuando
hablamos en serio”.
“Es importante que la persona TDAH entienda que no se trata
de modificar su personalidad, sino de intentar cambiar algunas formas de hacer
las cosas”, dice Olivardia.
6. Haced las tareas de casa a la vez
Mientras uno friega los platos, el otro puede lavar la ropa.
“Esto da al cónyuge con TDAH un grado de responsabilidad”. Cuando hayáis
terminado, “haced algo divertido”.
7. Programad las tareas
Si no podéis hacer las tareas a la vez, programadlas. “Haced
una lista de qué tareas hay que hacer, cuándo y por quién”.
8. Mantened la pasión en vuestra relación
“Una relación de pareja requiere esfuerzos; es importante
mantener la diversión y la emoción”, dice Olivardia. Haced que cada uno escoja
por turno una actividad nueva, al menos una vez al mes. Puede ser de cualquier
tipo, desde bailar salsa hasta ir de acampada.
9. Crea intimidad con estímulos sensoriales
Los cónyuges con ADHD pueden necesitar mayor estimulación,
incluso en las situaciones más excitantes, dice Olivardia. El cónyuge sin TDAH
puede mejorar la atención de su pareja añadiendo estímulos sensoriales. “Enciende
una vela, pon música, o compra sábanas extra suaves… Hablar y mantener el
contacto visual también es importante para mantener a alguien con TDAH en
situación”.
10. Recuerda que estáis en el mismo equipo
Hablad regularmente sobre lo que hay que hacer, aconseja
Tuckman. “Tened la mentalidad de estar en el mismo equipo, en vez de pensar en
una situación de “suma cero” donde, para que uno gane, el otro tiene que perder.”
El TDAH puede hacer difícil vuestra relación. Sin embargo,
solucionar los problemas que van apareciendo, mantener el entusiasmo y
disfrutar con vuestra relación puede ser de muchísima ayuda. Como dice Tuckman,
“No hace falta que volváis a inventar la rueda y tratéis de averiguar todo por
vuestra cuenta”. Probad estas estrategias, buscad información sobre TDAH en la
pareja y pensad en buscar asesoramiento.
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