fuente
Autor: Apoyo online 13 octubre 2011
No soy capaz, de forma consciente, de controlar mi TDAH y estoy medicada. Soy adulta e independiente, pero con mi carácter aparto a todos las personas que quiero y que me quieren. Mis relaciones personales intimas acaban cuando la dopamina del enamoramiento deja de fluir, y aunque el amor continúa, paso de ser amada a soportada y de soportada a rechazada y castigada. No consigo controlar mis reacciones, no me da tiempo ni a pensar “piensa y luego habla”, simplemente hablo y lo destrozo todo; soy un resorte de mi cabeza. Hace relativamente poco que soy consciente de las consecuencias laborales y sociales que me acarrea mi forma de ser. Las laborales son importantes pero no tanto como las personales. ¿Qué puedo hacer?
Los síntomas del trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH) que aparentemente más te preocupan son los relativos a la impulsividad, ya que, según afirmas, dices lo primero que se te pasa por la cabeza y luego te arrepientes. La falta de autocontrol, la irritabilidad y la facilidad con la que algunas personas con TDAH entran en cólera, hace necesaria la intevención psicológica además de la medicación. En el documento de consenso del GEITDAH, grupo de especial interés en el TDAH, los expertos señalan que la combinación de psicoterapia y psicofármacos es el tratamiento más eficaz para las personas con diagnóstico de TDAH.
Si bien tu trastorno puede ser la causa y la explicación para tu forma de reaccionar, la psicoterapia te puede ayudar a controlar tus reacciones y a gestionar mejor los conflictos. Si tu pareja quiere acompañarte a algunas sesiones podrá aprender a contenerte y a actuar para calmar la situación. Para mantener una relación una vez finalizada la primera etapa de enamoramiento se requieren muchas dosis de paciencia e imaginación para que surga el amor y puedan superarse las diferencias y las dificultades. No es tarea fácil para alguien con un problema de control de los impulsos, pero no es imposible si te esfuerzas en conseguir tu propósito y recibes la ayuda adecuada. Aprender a expresar adecuadamente tus emociones te ayudará a mejorar tu autoestima y la seguridad en ti misma, lo cual favorecerá tus relaciones sociales y afectivas. Se puede ser feliz aunque tengas un TDAH, pero al igual que el resto de personas, solo debes aprender a educar tus emociones.
Siguiendo las últimas investigaciones en materia de felicidad, Eduard Punset menciona que para ser feliz es preciso no sólo esforzarse mucho en algo, sino dejarse embriagar por ello, ya sea un gran amor, un deporte, una profesión o trabajar las tardes de los domingos. Todo menos pasar por la vida aburridos, sintiendo que el tiempo pasa y no disfrutamos.
Entradas relacionadas:
13 octubre 2011 a las 9:33 pm