miércoles, septiembre 21, 2011

Curso de trastorno por consumo de sustancias en adultos con TDAH.




*Jorge Orrego Bravo, psicólogo chileno/español, precursor en la psicoterapia y Coaching del déficit de atención/hiperactividad en adultos en España, E-mail: jorge.orrego@atencion.org
Página web: www.atencion.org

TDAH es un factor de riesgo para posteriormente desarrollar trastorno por uso de sustancias. En el trabajo de Biederman et al., el 52 % los pacientes con TDAH en la infancia presentaron un trastorno por consumo de sustancias a lo largo de la vida mientras que en la población sin TDAH este porcentaje fue del 27% (59).

Al parecer existen importantes diferencias en las características del trastorno por consumo de sustancias en adultos con TDAH en relación a adultos sin TDAH. Adultos con TDAH empiezan a abusar de sustancias a una edad más temprana y abusan de estas de manera más frecuente que sus pares sin TDAH. En ellos el abuso de sustancias dura más tiempo, y pasan del inicio de consumo al abuso de una manera más rápida de aquellos sin TDAH.

Mientras adolescentes con o sin TDAH tienen el mismo porcentaje de abuso de sustancia no pasa lo mismo en el caso de los adultos con TDAH. En un estudio prospectivo (59) apunta a que el TDAH empeora el curso de las drogodependencias. Los autores compararon 239 adultos consecutivamente diagnosticados de TDAH (criterios DSM-III-R) con 268 adultos sin TDAH con el objetivo de examinar los efectos del TDAH en el proceso de transición del abuso de una sustancia hasta la dependencia de la misma, y entre diferentes clases de sustancias. Los pacientes con TDAH presentaron casi cuatro veces más probabilidades que los sujetos control de progresar de un trastorno por consumo de alcohol a un abuso o dependencia de otra sustancia. Asimismo, la probabilidad de que la dependencia de una sustancia se pueda cronificar fue 5 veces mayor en los pacientes con TDAH respecto a los controles. Los pacientes con TDAH necesitaron una media de 4 años más que los controles para conseguir la remisión de la drogodependencia. Estos resultados se hallaron independientemente de la existencia de otro trastorno psiquiátrico comórbido. En cambio, si los pacientes presentaban comorbilidad mostraban 6 veces más probabilidades de evolucionar del abuso de una sustancia a su dependencia.




2.4.- Estimulantes y abuso de sustancias.

La medicación estimulante ha sido citada como una posible causa del alto porcentaje de abuso de sustancia en adultos con TDAH. Sin embargo esta creencia es discordante con el resultado de las investigaciones que podemos encontrar en la literatura (60).

Metilfenidato es uno de los psicoestimulantes mas comúnmente prescrito para TDAH, pero ha estado bajo el escrutinio por sus propiedades farmacológicas dopaminérgicas parecidas a la de la cocaína (61). Metilfenidato y cocaína quizás tienen similares propiedades psicoactivas, pero la vía de administración modula su efecto (62). Las propiedades farmacocinéticas y farmacodinámicas del metilfenidato, así como su eficacia y seguridad han sido ampliamente evaluadas, existiendo claras evidencias de las diferencias de metilfenidato respecto a otros estimulantes objeto de abuso, como la cocaína por que su vía de administración oral limita el abuso potencial (63).

Biederman et al., (64) concluyeron recientemente que la literatura no da soporte  a la creencia que los estimulantes incrementen el riesgo de abuso de sustancias en individuos con TDAH. Revisaron 6 estudios que evaluaron a un total de 674 sujetos medicados y 360 sujetos sin medicación. Encontraron una disminución del riesgo de abuso de sustancia para los jóvenes que fueron tratados con estimulantes en comparación con aquellos que no fueron tratados por un TDAH. Sólo un estudio mostró un incremento en abuso de sustancia en individuos tratados con estimulantes, 1 estudio no mostró diferencias y 4 de los 6 estudios mostraron disminución en el abuso de sustancia.

Estos datos hacen que los estimulantes sean considerados en la actualidad el tratamiento de elección del TDAH tanto en niños como en adultos, y que los riesgos derivados de no tratar con estimulantes (como las drogodependencias) sean superiores a los derivados de un tratamiento correcto con estos psicofármacos.