jueves, enero 03, 2019

Correr con atención plena: correr para mejorar el TDAH el estado de ánimo bajo, la ansiedad, el estrés y la depresión

TDAH adulto y la meditación en movimiento

El hábito de la actividad física es una de las cosas mejores que puede hacer una persona con TDAH (entre otras cosas, claro está, cómo la organización semanal, meditación, fármacos, terapia, coaching, conexiones positivas, etc.).

El correr, por ejemplo, puede llegar a ser una forma de meditación en movimiento.

“El Zen del correr” es un libro que se empezó a escribir en 1969, pero que se publicó por primera vez en 1974 en pleno boom por salir a correr en USA. En España se editó en 1987. Actualmente está agotado en papel y su autor se llama Fred Rohé. Hemos copiado aquí algunas partes del libro que pensamos que representan bien lo que es la meditación en movimiento. Esperamos que pueda ser una fuente de inspiración si estás pensando en empezar a correr. No hace falta calzado deportivo caro, ni ropa de moda y tampoco tienes que medir distancias o cronometrar… Sólo sal, escucha a tu cuerpo y disfruta!

EL ZEN DEL CORRER de Fred Rohe, 1974

"Esta experiencia es una forma de meditación recientemente descubierta o un camino más para ti,para que te descubras.

Te sugiero gozosa, exuberantemente, que te lances a una corta carrera(corta podría ser 10 metros o 10 manzanas, esto es ya un asunto personal y privado).

Realiza tu carrera en la zona donde más aire limpio que puedas encontrar. Ve con tan poca ropa como te sea posible, para que te repongas bañado por el sol y el aire.

Si hay una playa o un parque sin mucho cristal roto, corre con los pies desnudos. Esto te da un masaje en el pie que estimula todas las terminaciones nerviosas en las plantas de tus pies, que a su vez estimulan todos los órganos de tu cuerpo. Al ir con los pies desnudos también te conectas con la tierra, este contacto directo con la Gran Madre Tierra implica que se establece un equilibrio eléctrico entre tú y el planeta.

Al principio puedes jadear abruptamente con cada paso, ¿y qué? Corre un poco más, rítmicamente como si bailaras, alegremente, disfrutando de este regalo que nos han dado y poco a poco a la par que tu carrera se alarga, tu respiración también lo hará.

No te sobrepases, infra-pásate, no estás corriendo porque tengas prisa por llegar a alguna parte. Serás capaz de correr incansablemente si sigues esta simple regla: corre dentro de tu respiración, no corras delante de tu respiración(tienes que correr para descubrir lo que esto significa).

Puedes ser víctima de tu imaginación si te imaginas asombrando a tu gente con tu progreso y poderío. Conocemos a este mecanismo como Ego. Llamamos a este estado Ambición. Ser Grandes Corredores no es el logro que necesitamos, es el autocontrol. Sin él, el ego nos fuerza a la ambición y el precio de ambición es el dolor. No seamos egocéntricos. Tomémoslo con calma.

Así que podrías preguntar desde el punto de vista práctico, ¿qué distancia debería correr? Y yo te contestaría diciéndote que tú tienes la respuesta. Verás, la cuestión de la distancia es una cosa bastante relativa e individual. ¿Cuántos años tienes? ¿Cuánto miden tus piernas? ¿Cuánto pesas? ¿Con qué distancia imaginaria te sientes a gusto?

Como la idiosincrasia individual hace imposible generalizar sobre la distancia de modo que sea saludable para todos, es únicamente una cuestión de tiempo. ¿A qué distancia te llevan tus piernas en, digamos, 5 ó 50 minutos? Deberías correr lo bastante lejos para hacerte sentir como un dandy, si no te sientes así es que has llegado demasiado lejos.

Podrías preguntar ¿A qué velocidad debería correr? La velocidad, también, tiene relación con un montón de consideraciones: puede que seas bajito y pesado, puede que seas alto y delgado, puede que no hayas dejado de fumar, puede que realmente quieras ser rápido, puede que te importe un pepino.., Deberías correr lo suficientemente rápido para hacerte respirar rápido y sudar libremente. Si estás corriendo lo suficientemente rápido para jadear y sudar, es que estás corriendo demasiado rápido. (Pero por supuesto estás viviendo tu vida, así que si quieres correr contra el crono, recuerda que ese es tu juego—recuerda que tú decides la reglas a seguir.)

Podrías preguntar: ¿con qué frecuencia debería correr?

El objetivo es aumentar la fuerza y la resistencia hasta el punto de ser capaz de correr sin esfuerzo, comparado con lo que experimentaste cuando realizaste tu primera carrera. Así que corre lo que creas conveniente, lo mismo da que sea a diario o cuatro días a la semana, ha de ser lo suficiente para aumentar y mantener la fuerza y la resistencia pero no lo bastante a menudo para que se convierta en servidumbre. Después de un tiempo corriendo regularmente te sentirás mejor corriendo que sin correr y elegirás de forma natural la frecuencia que mejor te conviene para hacerte sentir mejor, y será bastante a menudo.

Aunque no deberías permitir que nadie te diga cómo correr, y nadie más que tú pueda decirte como vivir tu vida, hay un principio útil a todo aquel que corre: ¡Corre tan erguido como te sea posible!
Visto de perfil tu espalda debería ser perpendicular con el suelo: si te curvas hacia adelante mientras corres, cuelgas el peso de tu torso sobre las piernas cuando se elevan, tu pierna adelantada actúa como una abrazadera, impidiendo que te caigas de bruces lo que hace más duro elevar la pierna para dar la siguiente zancada, frenándote y haciendo que te canses.

Corriendo erguidamente – hombros, pecho, abdomen, caderas, como en una línea de plomada – tus piernas se elevan fácilmente, y las rodillas se elevan y empujan libremente.

Una vez que descubras que correr es otra forma de diversión, establecerás tu velocidad de carrera, tiempo, distancia y regularidad de acuerdo con lo que te conviene.

Convertirse en un corredor regular quiere decir que ciertas recompensas físicas comienzan a aparecer: – el músculo del corazón se refuerza, reduciendo la marcha del pulso, incrementando el potencial de longevidad, – aumenta la capacidad y elasticidad pulmonar y el aire en las fosas nasales pasa limpiamente, – el equilibrio entre la entrada y la salida se establece y se mantiene de forma natural el peso ideal, -los pies y las piernas se vuelven fuertes y firmes, – la piel y los ojos brillan con vitalidad. Pero si la danza de la carrera no es divertida, entonces descubres otra danza, porque sin diversión lo bueno que hay en correr no aparece y un sufriente corredor abandona tarde o temprano.

Te darás cuenta que tu danzante carrera no te cansa, sino que te da energía. Al correr dentro de tu respiración, almacenas un plus de “prana”, una palabra Sánscrita que quiere decir la Energía Absoluta, el impulso vital invisible que suministra la motivación principal para cada forma de actividad.

Puedes querer correr con un amigo o un amante, pero la carrera no es extasiante a no ser que sea embellecido por su propio paso natural. Con un compañero de carreras cuyo paso se ajuste al tuyo puedes correr paso a paso, zancada a zancada, los pies golpeando el suelo como si fuerais uno, dos respiraciones como una, bailando la unidad del ser humano.

Por favor, recuerda que el objetivo de tu carrera es ser feliz, más sano y completamente tú. Considera también acompañar tu respiración con una oración (del estilo a “gracias a Dios”), o un mantra (como “Amor”), o una pregunta (como “¿quién soy?”)– o lo que quieras, es tu affair privado, respirando hacia dentro y hacia afuera en tu ritmo propio de carrera (pero recuerda que éste es tu descubrimiento)

¿Qué quiero decir al llamar a esta forma de carrera “una nueva forma de meditación? ¿No es meditación estar sentado en el suelo con las piernas cruzadas y los ojos cerrados? Quiero decir que meditación es un estado de conciencia, no una posición física. Yo corro en un estado que es meditativo, quizá incluso más que cuando estoy sentado tipo Buda.

Así que uno de los aspectos de correr meditando es la alegría consciente de correr, otro aspecto es el proceso de aprendizaje que utiliza la carrera como una metáfora para el resto de mi vida.
Independientemente de lo que haces con tu carrera, sólo te engañas a ti mismo por empujarte, presionarte, competir. No hay ninguna norma y ninguna victoria posible excepto la alegría que vives bailando tu carrera. ¡Cualquier alegría de la vida sólo se conoce en este momento — ¡ahora! Así que siente como fluye tu danza y comprende que no estás corriendo para una recompensa futura – ¡la  recompensa auténtica es ahora!”

-del libro Déficit de atención en adultos: Estrategias de neurocoaching Tapa blanda 

"Me encantan los libros de Jorge Orrego Bravo obre el TDAH,  ¡Me encantó ver que había  uno nuevo en papel !Ojalá hubiera encontrado este AÑOS atrás. Mi única cosa que deseo es que se expanda aún más, esto fue muy útil para entenderme y mejorar en los negocios con mi TDAH. Me encantó este útil libro "fácil de leer".