miércoles, enero 23, 2013

No sé si tengo TDAH o soy TDAH


¿Rasgo de personalidad o síntoma de TDAH?

Del blog “Tú y yo… y el TDAH”

Escrito por Gina Pera (San Francisco, EE.UU.), periodista especializada en TDAH de adultos.
Traducido y adaptado por la Dra. Elena Díaz de Guereñu
¿Se puede separar el TDAH de la personalidad? Al ser algo neurológico, parece imposible;  sería como separar a una persona de su orientación sexual.
fuente: http://tdahvitoriagasteiz.com/2012/12/09/rasgo-de-personalidad-o-sintoma-de-tdah/
Bueno, es casi una pregunta de filosofía, pero trataremos de contestarla.
Es cierto que, sobre todo cuando el TDAH se diagnostica en la edad adulta, a menudo se expresan ideas como “No sé si tengo TDAH o soy TDAH”.
Un hombre de treinta y tantos años con TDAH me dijo hace poco que, por su personalidad, suele ser “el alma de la fiesta”.
−        Pero, ¿es realmente esa tu personalidad -le pregunté- o es un comportamiento que has ido desarrollando con el tiempo porque te perdías entre las conversaciones? ¿Es tu sociabilidad innata y tu sentido del humor lo que hace que te encante contar chistes y ser el centro de atención? ¿O es una simple estrategia de supervivencia, una forma de que los demás se fijen en ti?
Cuando se lo planteé de esa manera, le dejé pensativo.
−        A mis amigos no les gusta que tome medicación, porque entonces no soy tan divertido.
(Me pregunto qué interés tienen realmente esos amigos en él como persona; tal vez también él debería preguntárselo).
De acuerdo, el mundo necesita “almas de la fiesta”, y quizá ser así forme parte de su personalidad. Ahora bien, ¿y si ese comportamiento no es realmente una expresión de su ideal como persona, sino un imperativo biológico del que no es consciente? Aún más importante, ¿y si esto le impide profundizar en el trato con otras personas, en lugar de ser simplemente un tipo divertido que anda por ahí?
En mi opinión, lo bueno del tratamiento del TDAH es que te da la oportunidad de separar los rasgos de tu personalidad de los síntomas del trastorno. Si eres consciente de que una costumbre molesta es, en realidad, un síntoma puedes llegar a aceptarte mejor, reducir tu ansiedad y dejar de estar a la defensiva.
Por el contrario, enfadarte contigo mismo, por ejemplo, por perder cosas a menudo -sin saber que se trata de un signo típico de un TDAH no tratado- socavará tu felicidad y distorsionará la percepción que tienes de ti mismo. Tus mejores cualidades quedarán cubiertas por la vergüenza, hasta no ser visibles.
En conclusión: sí, creo que se puede separar a la persona de esos síntomas que les producen frustración y sabotean su verdadera personalidad. He visto y oído demasiados casos así para dudarlo. Cuando una persona dice que suele comportarse de una forma que no le gusta, no creo que estemos hablando de “personalidad”.
Admitido esto, ¿es probable que una persona recién diagnosticada necesite ayuda para adaptarse a la nueva situación? Por supuesto. Es lo que busca la terapia cognitivo-conductual para el TDAH: cambiar la manera en que alguien ve el mundo y se ve a sí mismo, de acuerdo con lo que sabemos sobre el diagnóstico y el tratamiento del TDAH.



http://www.atencion.org/servicios.htm