Según Jorge Orrego, escribir con condiciones de buena definición es decir: clarificar el pasado desde el presente y proyectar metas futuras pensadas filmográficamente (describir específicamente qué veré, oiré, sentiré), señalando tiempo y espacio, destacando los recursos personales y sociales, describiendo roles-relaciones y ateniéndose a un plan que nos lleve al objetivo, no sólo libera a las personas de las restricciones impuestas por la limitada capacidad temporal e informacional de la atención en el TDAH —en el sentido de que «tenemos tiempo para dejar vagar nuestra atención por una gran cantidad de información y dedicarla a una organización más deliberada de los recursos lingüísticos— sino que proporciona también el mecanismo mediante el cual puede incrementarse significativamente " las unidades de idea", y a través del cual estas unidades pueden reorganizarse en diferentes «relaciones de dependencia».
Así, siguiendo la línea de Orrego, podemos defender la introducción de la tradición escrita como un poderoso complemento en Coaching TDAH, basándonos en el hecho de que permite aumentar la cantidad de información que puede procesarse en un momento dado. Además, el escribir permite la organización más deliberada de los recursos y la reorganización mental en diferentes relaciones, roles y juegos en los que participamos. Es decir, puede sostenerse que la escritura proporciona un mecanismo por el cual las personas pueden participar más activamente en la determinación de la organización de la información y la experiencia, así como en la producción de diferentes relatos de los eventos y las experiencias.
